El chupete es, para muchos padres, un recurso casi imprescindible en los primeros meses de vida de un bebé. Su efecto calmante ayuda a reducir el llanto, favorece el sueño e incluso puede disminuir el riesgo de muerte súbita del lactante, según algunos estudios. Sin embargo, especialistas advierten que su uso prolongado puede transformarse en un riesgo más que en un beneficio.
El farmacéutico Álvaro Fernández ha hablado sobre estas contraindicaciones en uno de los vídeos más recientes de su canal de TikTok: “El chupete puede ser un gran aliado durante los primeros meses: calma, consuela… y a veces es lo único que les ayuda a dormir. Pero si se alarga más de la cuenta, puede empezar a dar más problemas que soluciones”, empieza diciendo.
Chupete
¿Qué pasa si no se retira a tiempo?
- Problemas dentales. Su uso prolongado puede alterar la posición de los dientes y afectar al desarrollo del paladar (lo que se conoce como “mordida abierta”).
- Retrasos en el lenguaje. Si el chupete está siempre en la boca, el bebé habla menos, practica menos sonidos… y eso puede dificultar el desarrollo del habla.
- Más infecciones de oído. El uso constante puede aumentar la presión en el oído medio y favorecer otitis.
Un niño con un chupete en la cama
¿Cuándo es buen momento para retirarlo? El farmacéutico recomienda retirarlo entre los 12 y 18 meses. A partir de los 2 años, los riesgos aumentan, y si se llega a los 3 años con el chupete, es probable que haya consecuencias en la dentición o el habla.
Consejo. A la hora de retirar el chupete los expertos recomiendan elegir un momento tranquilo, limitar su uso poco a poco, por ejemplo, solo para dormir y explicar al niño por qué es hora de decir adiós: “Es un cambio importante para ellos, pero también una oportunidad para ganar autonomía”, termina diciendo.

