Elegir la primera raza de perro es una de esas decisiones que parecen sencillas, pero que pueden marcar la convivencia durante más de una década. Más allá de la estética o la popularidad en redes, se trata de encontrar un compañero que encaje de verdad con el ritmo de vida, el espacio disponible y la experiencia previa del futuro dueño.
Los expertos insisten en valorar aspectos como el nivel de energía del animal, su necesidad de ejercicio, su tamaño y su carácter. Un perro muy activo en manos de una familia sedentaria, o un cachorro de raza grande en un piso pequeño, puede derivar en frustración para ambos.
Jack Russell Terrier
Consideraciones a tener en cuenta
La voz del experto. Juan Freire Rodríguez es un educador, adiestrador y etólogo canino con más de 30 años de trayectoria basado en Vigo (Galicia). En uno de sus últimos vídeos ha advertido sobre cinco razas de perro cuya elevada demanda física, emocional o de manejo puede desbordar a quienes carecen de experiencia.
Border Collie. Aunque es muy inteligente, necesita una gran estimulación mental y física diaria. Si no se le da trabajo, lo busca él solo y eso puede ser un problema: “Suele desarrollar conductas obsesivas o destructivas por aburrimiento. No basta con que sea listo, hay que saber cómo guiarlo”, empieza diciendo.
Border collie
Pastor Belga Malinois. Es un perro trabajador extremo, con un impulso altisimo. Requiere experiencia, estructura y muchísima actividad física y mental: “En manos inexpertas puede volverse incontrolable o desarrollar problemas de conducta serios”, advierte.
La raza pastor belga Malinois
Husky siberiano. Precioso pero muy independiente, escapista, testarudo y con un alto nivel de energía. Además, tiene un fuerte instinto de manada y de caza: “No es fácil de educar y puede frustrar a quienes buscan un perro obediente desde el primer día”, comenta, Freire.
Paseo con Husky Siberiano
Jack Russell Terrier. Pequeño en tamaño, gigante en energía y carácter. Es un perro testarudo, ladrador y necesita actividad constante: “Muchas personas lo eligen por su tamaño, sin saber que requiere tanta o más dedicación que un perro grande”, afirma el experto.
Dogo argentino. Fuerte, potente y con un carácter dominante si no se le educa bien. Mal gestionado puede ser un problema serio. Necesitan un guía seguro, con experiencia y capacidad de trabajar desde el vínculo y el control.

