Con la llegada del calor y las olas de altas temperaturas, las advertencias sobre seguridad se multiplican. Pero pocas son tan sorprendentes —y potencialmente peligrosas— como la que ha compartido recientemente Miguel Assal, divulgador en redes sociales y experto en primeros auxilios: dejar una botella de agua dentro del coche en pleno verano podría provocar un incendio.
En uno de sus vídeos en TikTok, Assal explica con claridad el riesgo: “Esto es lo que podría ocurrir en días de sol y mucho calor: efecto lupa con riesgo de provocar un incendio”. Lo que parece un simple descuido cotidiano —una botella olvidada en el asiento— puede convertirse, literalmente, en una chispa.
El efecto lupa
Cómo una botella de agua puede concentrar el calor. El fenómeno físico es sencillo, pero peligroso. Las botellas de agua, especialmente las de plástico transparente, pueden actuar como una lente, concentrando los rayos del sol en un solo punto durante mucho tiempo.
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Ese foco de calor constante puede llegar a alcanzar temperaturas lo suficientemente altas como para quemar la tapicería o el material del asiento y acabar generando humo o incluso fuego
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Assal lo ilustra con una prueba en su vídeo: “Fijaos que todo el asiento quema, pero hay un punto que quema mucho más”. Ese punto es justo donde incide la luz solar a través del agua de la botella. “Aquí ya empieza a salir humo”, advierte. Un experimento sencillo que demuestra lo fácil que es que el coche se convierta en una trampa si no se toman precauciones.
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No solo en el coche: también en la naturaleza
La advertencia del experto no se limita a los vehículos. Assal también pide precaución en espacios naturales: “Recuerda, tampoco hacer esto en campo o montaña; puedes provocar un incendio aunque no quieras”. En plena temporada estival, cuando los montes están secos y el riesgo de incendios forestales es extremo, cualquier descuido puede tener consecuencias devastadoras.