¿Es mejor instalar una máquina de ósmosis, comprar agua embotellada o beberla directamente del grifo? Para el sommelier de agua Faustino Muñoz, la respuesta no depende tanto del precio como de entender qué tipo de agua necesitamos. “Siempre que la botella de agua que compremos esté dentro de la familia de las aguas minerales naturales, no hay aguas buenas ni malas. Hay aguas diferentes unas de otras”, afirma en SER Catalunya .
Muñoz subraya que incluso entre botellas que pueden costar desde 0,80 euros hasta 80 euros, la calidad no se mide por el precio, sino por su composición y por quién la vaya a consumir.

Es necesario beber mucha agua, pero también mirar los niveles de minerales que contiene.
Agua para cada persona y cada momento
El sommelier señala que la elección debe basarse en el perfil y necesidades de la persona:
- Mayores: buscar aguas bajas en sodio pero ricas en calcio, para favorecer la salud ósea.
- Deportistas jóvenes: optar por aguas “duras”, con alto contenido mineral, como las de Rocallaura, que ayudan a reponer los minerales perdidos a través del sudor.
- Personas con problemas renales o hepáticos: elegir aguas de mineralización débil para evitar sobrecargar el organismo.

Mujer bebe agua tras una sesión de correr
“Una misma agua que beneficia a un deportista puede perjudicar a alguien con problemas de riñón”, advierte.

Captura de vídeo
El papel de las aguas mineromedicinales. Dentro de las aguas minerales naturales, también existen las mineromedicinales, que no solo son beneficiosas para la salud, sino que pueden tener propiedades curativas en determinadas patologías.
Para Muñoz, conocer estas diferencias y adaptar el consumo es clave: “Una agua para cada persona y para cada momento”.