¿Qué ocurre en nuestra mente cuando discutimos, persuadimos o tratamos de seducir? ¿Por qué algunas personas parecen tener un carisma innato mientras que otras no logran conectar? Juan Manuel García, experto en comunicación no verbal y formado en técnicas de perfilación e interrogatorio por el FBI, lo explica de forma clara: “Nuestro cerebro no está diseñado para ser feliz, sino para tener razón. Muchas veces escuchamos solo para responder, no para entender.”
Estas palabras las compartió en el podcast La Fórmula del Éxito, presentado por Uri Sabat, donde desgranó algunas de las claves de la comunicación, la persuasión y la importancia de la confianza en las relaciones humanas.

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La importancia de la confianza y la comunicación
García, con formación policial y amplia experiencia en análisis de conducta, asegura que la clave de cualquier interacción está en generar confianza. Desde un interrogatorio a un sospechoso hasta una conversación cotidiana con un amigo, el vínculo emocional es el que abre la puerta a la verdad y al entendimiento.
“En la vida personal y profesional, la escucha activa es fundamental. Pero mucha gente confunde comunicar con hablar. Comunicar empieza por saber escuchar de verdad, con interés genuino”, señala. De hecho, insiste en que el verdadero poder de la comunicación reside en hacer que la otra persona se sienta comprendida. Solo así se logra que baje la guardia y se abra.

Juan Manuel es uno de los mayores expertos en comunicación no verbal de España
Carisma: ¿nace o se entrena?
Otro de los temas que abordó en la charla fue el carisma. Según García, las personas carismáticas transmiten calma, seguridad y autoestima. Cita ejemplos como Barack Obama: “El carisma es ir a 33 revoluciones en un mundo que corre a 45. La tranquilidad, la mirada directa y la autenticidad generan magnetismo”.
Lo mejor es que este carisma se puede trabajar. Mirar a los ojos, sonreír de forma genuina, interesarse por los demás y mantener un lenguaje corporal seguro son algunos de los hábitos que cualquiera puede entrenar.

Barack Obama
Persuasión: la delgada línea entre manipular y convencer. “Manipular es sencillo, pero lo interesante es persuadir sin engaño”, afirma García. Para él, la persuasión positiva es como un cuchillo jamonero: puede servir para cortar jamón o para herir. Todo depende de la intención con la que se empleen las técnicas.
Uno de los sesgos más poderosos que menciona es el sesgo de reciprocidad: cuando alguien nos da un dato personal, casi sentimos la obligación de corresponder. De esta forma, un buen comunicador puede obtener información sin necesidad de preguntar directamente.
“Prefiero ser feliz que tener razón”
Uno de los momentos más virales de la entrevista fue cuando García compartió una reflexión que aprendió de la experiencia de un superviviente del accidente aéreo del río Hudson: “Prefiero ser feliz que tener razón”.
Para el experto, esta idea ha transformado su vida: “Si aplicamos esta frase en nuestras discusiones de pareja, en el trabajo o incluso en un atasco, encontraremos mucha más paz. Nuestro cerebro busca tener razón, pero muchas veces es mejor soltar y elegir ser felices.”
Detectar la mentira: ¿mito o realidad?
A pesar de su formación con el FBI, García es claro: no existen técnicas infalibles para detectar mentiras. “El polígrafo no vale para nada y no hay ningún gesto universal que indique que alguien miente. Lo máximo que podemos identificar es un aumento del esfuerzo cognitivo o señales de estrés.”
Para él, más que obsesionarse con descubrir mentiras, lo útil es generar un ambiente de confianza en el que la verdad tenga espacio para salir a la luz.
La comunicación como superpoder. En un mundo donde la inteligencia artificial realiza tareas complejas mejor que los humanos, García subraya que la empatía, la escucha y la comunicación emocional son habilidades que nos diferencian de las máquinas: “Un algoritmo no puede mirarte a los ojos ni ponerte una mano en el hombro. Eso es medicina, eso genera confianza y eso nunca podrá sustituirse.”