Cortar el contacto con una expareja tras una ruptura no es un acto de frialdad, sino una medida de cuidado personal. Los especialistas en psicología coinciden en que mantener el vínculo abierto suele prolongar el dolor y dificulta el proceso de duelo.
Eva Murillo es una psicóloga especializada en inteligencia emocional y la superación de rupturas afectiva. La experta señala que aunque el contacto cero puede ser una técnica útil, también puede ser una forma de obsesión que no disipe la rumiación sobre la antigua relación: “Cortar el contacto puede ser un alivio inmediato. Te da espacio, rompe rutinas y silencia estímulos que activaban tu dolor. Pero eso no significa que estés avanzando”, empieza diciendo.

Es importante expresar lo que se siente
“Soltar no es olvidar, es poner las piezas en su lugar”
Sigues hablando de tu ex. Aunque dejemos de hablar con nuestro ex, debemos ser conscientes de que puede seguir ocupando un lugar demasiado grande: “A veces sólo dejas de hablar con la otra persona, pero continúas hablando de ella con tu entorno. O lo que es peor aún, sigues hablando de ella contigo mismo. Una y otra vez. Sin contacto, sí… pero con la cabeza dando vueltas igual”, comenta Eva.

Ruptura de pareja
Evitar no es lo mismo que resolver. Cuando bloqueas o te alejas sin revisar lo que te dejó esa relación, el dolor no desaparece, sólo se esconde. Y muchas veces, lo que parece superado es simplemente lo no tocado: “El problema no es el silencio, sino todo lo que seguimos diciendo por dentro. El contacto cero corta el estímulo externo, pero si no hacemos nada con lo interno, la rumiación sigue”, advierte la experta.

Las rupturas se superan, pero hay que pasar por varias fases
La solución está en tu interior. La psicóloga ofrece una recomendación para este tipo de casos: “Lo que tenemos que hacer es mirar hacia dentro. No para castigarnos, sino para entendernos. Soltar no es olvidar, es poner las piezas en su lugar. Y eso sólo pasa cuando le das forma al dolor, cuando puedes contar la historia sin quedarte atascado en un punto. El verdadero paso es dejar de girar emocionalmente a su alrededor. Ahí empieza el verdadero pasar página”, termina diciendo.