El caso de Oliver Alvis, el joven maquinista británico que asegura no haber dormido desde diciembre de 2023, ha despertado tanto fascinación como incredulidad en la comunidad médica y en la opinión pública.
Alvis trabajaba como maquinista para poderse comprar un piso de cuatro habitaciones. De un día para otro empezó a no poder dormir: “No es solo falta de sueño, es la desaparición total del sueño. No siento somnolencia. No me quedo dormido. Estoy en un estado de alerta permanente. Los días interminables se convierten en noches interminables, y es un tormento. La falta de sueño no solo causa agotamiento, sino que desmorona el espíritu”, explicó a Daily Mail.

Insomnio.
“Me siento desesperadamente solo porque siento que soy la única persona en el mundo que sufre así”
¿Qué dice la ciencia? Dormir es una necesidad biológica y la privación total de sueño puede resultar letal. ¿Cómo explicar entonces que Alvis permanezca en pie, aun con visibles secuelas físicas y emocionales? Algunos especialistas sugieren que podría experimentar microepisodios de sueño no percibidos conscientemente; otros apuntan a un trastorno neurológico todavía sin nombre. Pero, por ahora, la ciencia no ofrece respuestas definitivas.
Sin ganas de seguir viviendo. El joven asegura que lo ha perdido todo y que la persona que una vez fue ha desaparecido: “Solía preguntarme qué dolor podía llevar a alguien a desear la muerte. Ahora lo entiendo. No quiero morir, pero no puedo soportar esta tortura mucho más. Daría hasta el último centavo por el que me he esforzado, solo por poder cerrar los ojos y dormir”, comenta.

Más de cuatro millones de españoles sufren insomnio crónico
Intentos para dormir. Los médicos que le están tratando decidieron utilizar un fuerte sedante para intentar hacerle dormir pero no fue suficiente: “He pasado los últimos 21 meses en una pesadilla, luchando por sobrevivir en un cuerpo que parece estar en llamas, ardiendo por dentro. Siento como si mis ojos se derritieran. No puedo caminar en línea recta. Mi vista está deteriorada. No puedo digerir bien los alimentos”, explica.
Desesperación. El británico siente que no puede relacionarse con nadie, que nada le da placer ni le divierte: “Permanezco despierto, sin siquiera somnoliento, atrapado en una mente que no puede descansar, recuperarse, reiniciarse. Me siento desesperadamente solo porque siento que soy la única persona en el mundo que sufre así”, afirmó a los medios.

Oliver en una foto publicada en sus redes sociales
Opinión de los expertos. El neurólogo Guy Leschziner recordó que el insomnio es una enfermedad mental y habló del caso de Oliver: “Si bien por razones éticas no disponemos de datos muy claros procedentes de seres humanos, los perros que se mantienen despiertos morirán invariablemente en un plazo de 17 días, y las ratas también morirán en un plazo de 32 días”, explicó.