Superar el examen práctico de conducir no es tarea sencilla. Los nervios, la presión del momento y la falta de práctica pueden jugar malas pasadas a los aspirantes. En un vídeo compartido por Catalunya Ràdio, el profesor de autoescuela Álex Requena enumeró los seis errores más frecuentes que provocan suspensos, muchos de ellos fácilmente evitables.
1. Las comprobaciones previas
Aunque pueda parecer una pregunta sencilla, muchos alumnos fallan en esta parte inicial. Son las revisiones fuera del coche, dentro del motor o del habitáculo. Descuidarlas puede costar el aprobado.

La comprobación del nivel de aceite es algo que todos deberíamos hacer antes de un desplazamiento largo en coche
2. La conducción autónoma
Cuando el examinador pide al alumno que circule por la ciudad tomando sus propias decisiones, muchos se pierden. Requena recuerda que en lugares grandes como Barcelona es esencial saber orientarse y mantener la calma.
3. No respetar a los peatones
Uno de los fallos más graves es no fijarse en los pasos de cebra. “Es que no ven a los peatones, van conduciendo y se los saltan”, advierte el profesor.

El peligro de los pasos de peatones
4. Los semáforos
Un error muy habitual es no anticiparse al cambio de luz. Si se llega en verde, lo más probable es que cambie a rojo, y no reaccionar a tiempo supone suspender.

Semáforos
5. Intervención del profesor
Cuando el examinador o instructor se ve obligado a pisar los pedales por un descuido del alumno (como saltarse un ‘stop’ o un semáforo), la consecuencia es clara: suspenso automático.
6. Los nervios, el gran enemigo
Para Requena, este es el factor más determinante. “Los nervios son lo peor. Si los controlas, tienes el examen. Pero si los dejas libres, estás suspenso”.