Terminar una relación nunca es fácil, pero según Adela Mas, psicóloga especializada en relaciones, hay formas y formas de hacerlo, y muchas personas eligen las más dañinas. Su mensaje en redes sociales resuena por su crudeza y claridad: “Estoy harta de que la gente no tenga ni idea de cómo terminar una relación”. Mas no hace distinciones en cuanto a la duración del vínculo: “Y me da igual si se trata de una relación de 10 años, 3 meses o 2 semanas”.
La desaparición y la ambigüedad
El error más común. La psicóloga identifica el patrón más problemático en las rupturas: “Lo que tú no puedes hacer es desaparecer o dejarlo todo en el aire, como si contigo no fuera la cosa”. Esta actitud de evasión, conocida coloquialmente como “ghosting”, genera una incertidumbre que puede ser más dolorosa que la propia ruptura.

Captura de vídeo
Mas explica que en el proceso de finalizar un vínculo, “lo más importante no es evitar el dolor, porque el dolor va a estar igual. Lo más importante es cómo tú te comunicas”. La diferencia no está en la presencia o ausencia de sufrimiento, sino en la calidad del cierre que se ofrece a la otra persona.
Dos escenarios contrapuestos
La psicóloga contrasta dos formas radicalmente diferentes de abordar una ruptura, basándose en su experiencia en consulta:
- El enfoque ambiguo y dañino: “Uno de los miembros le ha dicho a la otra, o al otro, 'necesito un tiempo', al día siguiente le escribe, al otro le ignora, al otro le escribe, al otro le ignora”. Este patrón de comportamiento inconsistente crea “dudas, inseguridad y heridas abiertas”.
- El enfoque claro y respetuoso: “Uno de los miembros no puede más, le dice a la otra persona, 'aquí se termina y voy a intentar respetar mi decisión por encima de todo para no hacerte daño'”. Esta aproximación, aunque dolorosa, “ofrece claridad y respeto”.

Ruptura de pareja
Mas enfatiza que “el dolor existe en ambos casos, pero la diferencia es abismal”. La clave está en que una aproximación provee las condiciones para un duelo saludable, mientras la otra complica y alarga innecesariamente el proceso de sanación.
Las tres claves para una ruptura respetuosa
Frente a esta problemática, Adela Mas ofrece una guía concisa para quienes deben terminar una relación:
- Sé claro: Evita las medias tintas y las ambigüedades que dejan espacio para falsas esperanzas.
- Sé honesto: Comunica tus razones de forma directa pero respetuosa, sin necesidad de crueldad innecesaria.
- Sé coherente: Mantén tu decisión y actúa en consecuencia, evitando los mensajes contradictorios.

Un hombre se muestra contrariado en un conversación con su pareja
La psicóloga subraya que “tu manera de cerrar marca la forma en la que el otro va a poder sanar”. Esta responsabilidad ética en el final de una relación es tan importante como el cuidado puesto durante su desarrollo.
La responsabilidad emocional en las rupturas
El mensaje de Adela Mas trasciende lo práctico para abordar lo ético: terminar una relación de forma evasiva o ambigua refleja una falta de responsabilidad emocional. Aunque ninguna ruptura puede estar libre de dolor, sí puede estar libre de daño innecesario.