Dani García, chef: “Gracias a este truco, lograrás triunfar en casa con las patatas frita definitivas. Un acompañamiento sencillo que, si está bien hecho, lo cambia todo”

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La variedad que utilicemos, el grosor del corte o la fritura son claves fundamentales para preparar unas patatas crujientes por fuera y esponjosas por dentro

Imagen de archivo de un plato con patatas fritas

Imagen de archivo de un plato con patatas fritas

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Pocas cosas parecen tan simples como freír unas patatas. Sin embargo, lograr unas patatas doradas, crujientes por fuera y tiernas por dentro, es un desafío que ha desconcertado a cocineros caseros y profesionales por igual. Detrás de este gesto cotidiano hay un equilibrio delicado entre técnica, temperatura y tiempo que convierte la aparente sencillez en un pequeño arte.

El chef Dani García, en una publicación en su cuenta de Instagram, ha dado las claves para preparar  unas patatas fritas perfectas: “Hoy os traigo todos los trucos para hacer la mejor patata frita. Un acompañamiento sencillo que, si está bien hecho, lo cambia todo”, empieza diciendo. 

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Patatas fritas

Patatas fritas

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Las claves para preparar unas patatas fritas perfectas

Variedad de patatas. El chef recomienda utilizar únicamente patata agria. Esta variedad es muy fácil de encontrar y goza de un equilibrio entre fécula y agua. Además, su bajo contenido en azúcares y su textura compacta la convierten en el aliado ideal para preparar nuestro plato. 

Cortar. La homogeneidad es esencial para que la cocción sea perfecta: “No las cortes finas ni gordas. Tienen que tener un tamaño similar”, advierte. Una vez cortadas, las lavaremos con agua fría para eliminar el exceso de almidón y conseguir que sean más crujientes. 

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patatas fritas

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Doble fritura. El truco para conseguir un exterior crujiente y un interior suave es la doble fritura. La primera la haremos a una temperatura baja, entre 140 y 150 grados. Cuando la patata empiece a flotar llega el momento de la segunda fritura. Esta se realiza a una temperatura de entre 180 y 190 grados y es clave para conseguir un dorado y una textura crujiente.

Preparación. El último paso es retirar las patatas del fuego con una espátula y traspasarlas a una bandeja cubierta con papel de cocina. De este modo conseguiremos que se absorba todo el aceite restante. Antes de servirlas, podemos añadir un poco de sal, para lograr mantener el punto perfecto. 

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