Cada vez más padres se preocupan por el tiempo que pasan usando el móvil delante de sus hijos. Esta práctica, aunque común, plantea un dilema silencioso sobre la calidad de la atención y el vínculo familiar. Poco a poco, las notificaciones compiten con las miradas y las pantallas sustituyen muchas conversaciones. En definitiva, distracción digital se ha convertido en un nuevo tipo de distancia emocional.
El actor Aaron Paul no es ajeno a esta realidad. En una reciente aparición en 'The Wall Street Journal's Tech Live' ha compartido una anécdota personal con su hija de siete años. Una confesión que ha hecho retumbar las consciencias de muchos padres que pasan demasiado tiempo pegados al teléfono.
Aaron Paul en la Comic-Con Malaga 2025
“Desde este mismo momento te prometo que papá no va a estar pendiente de su teléfono mientras esté contigo”
Obligaciones. El actor relató que estaba consultando el teléfono mientras estaba compartiendo un momento con su hija: “Me estaba preguntando algo y yo me encontraba intentando terminar de escribir un correo apresuradamente. De repente paró de preguntarme y simplemente siguió jugando”, explica. Aaron Paul sintió un nudo en el estómago cuando vio a su hija apartarse en silencio. El zumbido del teléfono se volvió, de repente, un recordatorio incómodo de su propia desconexión.
Reacción. Ese silencio, más que cualquier palabra, le hizo darse cuenta de lo que estaba perdiendo. Aaron Paul explica que apartó el teléfono y se acercó a su hija para pedirle perdón: “Quiero perdirte perdón por no responderte cuando me estabas hablando. Me gustaría hacer un pacto contigo. Desde este mismo momento te prometo que papá no va a estar pendiente de su teléfono mientras esté contigo”, cuenta.
Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul) en imagen promocional
Respuesta. El actor de Breaking Bad cuenta asombrado que su hija respondió de manera incrédula: “Me rompió el corazón preguntándome si lo estaba diciendo de verdad”, explica. Después de eso le dio un sentido abrazo: “Me rodeó con sus brazos como si hubiese ganado el mayor de los premios” explica.
Datos. En una encuesta del Pew Research Center realizada en 2020, el 56 % de los padres de menores dijo que usan su teléfono inteligente demasiado. Además, el 68 % reconoció estar al menos a veces distraído por su smartphone cuando pasa tiempo con sus hijos. Según otro informe, en 2025, entre los padres de niños de 12 años o menos, el 42 % dijo que podrían hacerlo mejor en gestionar el tiempo de pantalla de sus hijos. Esto sugiere que los propios padres perciben la relevancia del tema.
Padre e hija mirando el móvil en un restaurante
Testimonios. Mientras Aaron Paul relataba su experiencia, otros padres y expertos también compartían su preocupación por el impacto de las pantallas en la vida familiar. Hugh Grant, por ejemplo, confesó sentirse agotado por la batalla diaria contra la tecnología en casa”. En un evento junto al psicólogo Jonathan Haidt y la actriz Sophie Winkleman, afirmaba sentirse como “otro padre enfadado que combate la batalla eterna, agotadora y deprimente de los niños que sólo quieren estar frente a una pantalla”, relató.
Responsabilidad. ¿Cuántas veces has sentido que tu hijo te mira esperando una respuesta que nunca llega? La historia de Aaron Paul es, en realidad, la de muchos padres. Con sus palabras, Aaron Paul pide a todos los padres que sean realmente conscientes de lo que están haciendo en presencia de sus hijos: “Se lo debemos. Les debemos el hecho de simplemente intentarlo. La tecnología supone el final y tú puedes elegir si la controlas o si te dejas controlar por ella”, termina diciendo.
Reflexión. Lo que nació para facilitarnos la vida ha terminado dictando nuestros hábitos y ocupando cada espacio de nuestra atención. Su poder es innegable, pero también lo es nuestra capacidad de elegir: podemos usarla con conciencia o rendirnos a su dominio silencioso. En última instancia, el verdadero avance no depende de los algoritmos, sino de quién decide cómo y cuándo los utiliza.

