Loading...

Rafael Alonso, experto en RRHH, sobre el 'burnout' en el trabajo: “En el intento de querer tener todo bajo control nos desgastamos”

TRABAJO

El trabajo es una de las cosas por los que uno puede sufrir bajones que acaben por repercutir en su vida fuera de la empresa

Una mujer sintiéndose desbordada en el trabajo

LP

El ritmo cotidiano, marcado por la inmediatez, las exigencias laborales y la incapacidad para desconectar, puede terminar por erosionar lentamente a una persona hasta llevarla al burnout. No suele estallar de un día para otro: se acumula en silenciosa rutina, entre correos pendientes, jornadas que se alargan y una presión constante por rendir sin fallar.

Rafael Alonso es experto en Recursos Humanos y en uno de vídeos más recientes ha dado una serie de recomendaciones dirigidas a las personas que sienten 'burnout' en el trabajo: “Hay tres tipos de problemas en la vida”, empieza diciendo. 

Lee también

Rafael Alonso, especialista en RRHH: “Las personas que no se quejan, que trabajan más duro y que consiguen resultados, son las más perjudicadas de toda la empresa”

Marc Mestres

Prevenir el estrés laboral y el burnout, una vía para recuperar el bienestar en el entorno de trabajo

Leizea Psicología / Europa Press

“A veces, cuidar de ti empieza por algo tan simple como elegir dónde pones tu energía”

Problemas. Los primeros son los que deben centrar, principalmente, nuestra atención: son aquellos que tienen solución y, además, dependen de nosotros. En un segundo grupo están aquellos que tienen solución, pero en los que poco o nada podemos tener algo que decir. Y, finalmente, los que no tienen solución.

¿Qué es el 'burnout'? El burnout, o síndrome del trabajador quemado, se ha convertido en uno de los grandes males contemporáneos del mundo laboral. No es simplemente cansancio ni estrés pasajero, es el resultado de una acumulación prolongada de presión, exigencias y falta de descanso que acaba desbordando la capacidad emocional y física de una persona. El trabajador afectado no solo se siente agotado porque también pierde motivación, ilusión y sentido de propósito.

Burnout en el trabajo 

Pexels

El peligro de tenerlo todo bajo control. El experto explica que muchas personas, pese a estar al borde del abismo, siguen intentando tenerlo todo bajo control: “En ese intento por tenerlo todo bajo control, nos desgastamos. En Recursos Humanos se ve constantemente: personas brillantes, implicadas, que acaban quemadas. No por falta de capacidad, sino por exceso de responsabilidad”, asegura desde la experiencia. 

Datos. En 2025, los datos sobre burnout en España dibujan una preocupante realidad: el 55 % de los trabajadores afirma tener problemas de salud mental relacionados con su empleo. Además, las bajas laborales por trastornos mentales se han más que duplicado en los últimos años, alcanzando 600.184 en 2023, según el Estudio Internacional de Salud Mental de AXA. En el ámbito sanitario, el burnout afecta especialmente a los médicos jóvenes: más del 50 % cumple criterios completos del síndrome, con un 79 % que sufre agotamiento emocional.

Burnout

rudi suardi

¿Cómo debemos actuar? Rafael Alonso recomienda ver las cosas son perspectiva y plantearnos tres eventuales situaciones: “Si el problema depende de ti, actúa; si no depende de ti, confía o pide ayuda; y si no tiene solución, acéptalo y sigue adelante”, comenta. Ante esta problemática, las personas que sufren 'burnout' no saben soltar lo que no depende de ellas.

Reflexión. Finalmente otra reflexión que puede ser de ayuda y es preguntarnos si somos realmente tan necesarios en la empresa. Esto puede ayudarnos a relativizar y ver la situación desde otro punto de vista: “A veces, cuidar de ti empieza por algo tan simple como elegir dónde pones tu energía. No eres tan importante, la empresa puede seguir sin ti. La pregunta es: ¿Puedes seguir tú sin la empresa? Cuídate, y cuida tu salud mental”, termina diciendo. Cuando la exigencia se convierte en desgaste, cuando el compromiso deriva en agotamiento y cuando nuestra identidad se reduce al cargo que ocupamos, el precio lo paga la salud mental.