Ana Belén Ropero, nutricionista, crítica sobre los productos saludables en la publicidad infantil: “Es como buscar una aguja en un pajar”

SALUD

La experta habla de la importancia de pararle los pies a la publicidad

Imagen de un niño desayunando cereales

Imagen de un niño desayunando cereales

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Gran parte de los productos dirigidos a la infancia, desde galletas y bollería hasta cereales decorados o batidos con dibujos animados, no cumplen con los criterios de una alimentación saludable. La industria alimentaria utiliza colores, formas y personajes conocidos para atraer a los más pequeños, creando un vínculo emocional que a menudo eclipsa la calidad nutricional. Muchos de estos alimentos son altos en azúcares añadidos, grasas saturadas y aditivos, mientras que su aporte de fibra, vitaminas y minerales es mínimo. La consecuencia no es solo un aumento de la ingesta calórica vacía, sino también un riesgo a largo plazo de sobrepeso, obesidad y problemas metabólicos.

La bioquímica Ana Belén Ropero ha reflexionado sobre ello en una artículo publicado en 'The Conversation':”Encontrar un producto realmente saludable entre la publicidad infantil es como buscar una aguja en un pajar”, empieza diciendo. 

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Desayuno familiar

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“Revisa siempre las etiquetas y no te fíes de los mensajes promocionales”

La apariencia nunca debería sustituir a la información nutricional. La experta explica que el diseño llamativo, los personajes y la promesa de vitaminas añadidas terminan influyendo más en la elección que en la calidad real del producto. 

Datos. El equipo BADALI de la Universidad Miguel Hernández revisó más de 500 productos y el 97% resultó ser no saludable. Solo un 3% cumplía con los estándares recomendados, confirmando el desajuste entre publicidad y realidad nutricional. Además, solo uno de cada siete de los alimentos enriquecidos con vitaminas podía considerarse adecuado: “Revisa siempre las etiquetas y no te fíes de los mensajes promocionales”, recuerda Ropero. En estos casos, la educación nutricional es de vital importancia. 

Los cereales azucarados son habituales en el desayuno de los más pequeños, pero su consumo debería limitarse

Los cereales azucarados son habituales en el desayuno de los más pequeños, pero su consumo debería limitarse

Getty Images

Advertencia. Únicamente dos de cada tres galletas enriquecidas incluyen dibujos destinados a captar la atención infantil, aunque ninguna sea saludable. En cuanto a las bebidas de frutas enriquecidas, ninguna debería formar parte de la dieta del día a día. 

Medidas. Varios países han empezado a limitar la publicidad de alimentos no saludables dirigida a niños y adolescentes, reconociendo que los mensajes comerciales influyen decisivamente en sus hábitos y preferencias alimentarias. España, tras años de debate, retomó en 2022 un borrador del Ministerio de Consumo para actuar en esta misma línea, con el objetivo de restringir la promoción de productos altos en azúcares, grasas saturadas y sal.

Una familia preparando el desayuno en la cocina.

Una familia preparando el desayuno en la cocina.

Getty Images

Recomendaciones. Ropero recomienda un desayuno sencillo en vez de un poco saludable. Entre sus propuestas se encuentra combinar un lácteo, un cereal y una fruta, siempre en versiones realmente  nutritivas. La leche entera debería estar siempre por delante de los batidos. Otra opción es yogur natural junto con cereales sin añadidos. Por último, recomienda poner por delante a una pieza de fruta entera a un vaso de zumo para evitar el consumo de azúcares libres. La clave está en recuperar el desayuno como un momento nutritivo y formativo, donde los padres y cuidadores puedan elegir productos que aporten energía y nutrientes reales, sin dejarse guiar por la publicidad. En este escenario, menos marketing puede traducirse directamente en más salud y mejores decisiones alimentarias a largo plazo.

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