El agua con gas empieza a ganar terreno como una opción saludable para quienes buscan pequeñas mejoras en su bienestar digestivo. Su ligera efervescencia puede facilitar la sensación de alivio tras las comidas, ayudar a reducir la pesadez y favorecer un tránsito más cómodo sin recurrir a bebidas azucaradas o carbonatadas artificialmente. Aunque no es una solución milagrosa, muchos encuentran en sus burbujas un estímulo suave que aporta confort y hace más agradable la digestión, convirtiéndola en una alternativa sencilla y accesible dentro de los hábitos cotidianos.
El psiconeuroinmunólogo clínico Rafael Guzmán ha explicado que el agua con gas no solo facilita la digestión, sino que tambien influye positivamente en el tránsito intestinal: “Va a permitir que las digestiones sean mucho más livianas”, empezó diciendo en un vídeo publicado a través de su canal de TikTok. Muchos se sorprenderían al descubrir cómo un simple cambio de bebida puede transformar su bienestar diario.
Agua con gas
El agua con gas tiene una gran utilidad para disminuir la ingesta calórica
Beneficios. El consumo de agua con gas también se ha relacionado con una mejora del peristaltismo, un efecto que puede resultar beneficioso en episodios de estreñimiento al estimular el movimiento intestinal y favorecer una mayor regularidad en las visitas al baño. Además, puede generar un entorno menos propicio para a la aparición de SIBO, además de producir una necesidad de saciedad: “Las burbujas de agua con gas nos van a generar sensación de plenitud, sensación de estoy bien, no necesito comer tanto”, destacando su utilidad para disminuir la ingesta calórica.
Estudios. Según Healthline, el agua con gas es tan efectiva para hidratar como el agua corriente, lo que la convierte en una alternativa válida para quienes buscan mantener un consumo adecuado de líquidos. Al carecer de calorías y azúcares añadidos cuando se elige natural, su consumo representa una opción más saludable frente a refrescos u otras bebidas azucaradas, ofreciendo hidratación sin comprometer la dieta. Además, su efervescencia ligera puede resultar beneficiosa para mejorar la capacidad de deglución en algunas personas, facilitando la ingesta de líquidos y haciendo que la hidratación sea más cómoda. Este doble efecto refuerza su papel como una opción práctica y agradable para incorporar al día a día, especialmente para quienes buscan alternativas saludables a las bebidas tradicionales.
Agua con gas
Opinión de otros expertos. La nutricionista divulgativa Blanca García-Orea sostiene que un consumo moderado de agua con gas podría ayudar a expulsar gases, mejorar la digestión y disminuir la hinchazón abdominal, siempre que se evite el exceso y se integre dentro de una dieta equilibrada. Por su parte, la Cleveland Clinic advierte que, aunque el agua carbonatada hidrata igual que la natural y no suele presentar riesgos graves, su consumo a veces puede causar efectos secundarios digestivos (gases, hinchazón, eructos) en personas sensibles.
Consumo. En España, el consumo de agua con gas sigue siendo modesto en comparación con el de agua sin gas: en 2024, el consumo per cápita de agua con gas fue de aproximadamente 2,44 litros por persona al año, frente a 60,86 litros de agua sin gas. A pesar de su menor presencia en la cesta de consumo, el agua con gas ha experimentado un crecimiento notable en ventas, con un aumento del 21,4 % anual en supermercados, lo que indica un interés creciente por parte de los consumidores y una tendencia al alza en su adopción dentro de los hogares.

