La implantología dental vive un momento de revisión a nivel global. Miles de pacientes arrastran complicaciones derivadas de implantes que, en su día, se presentaron como una solución rápida, efectiva y prácticamente permanente. Lo que prometía ser un procedimiento seguro y duradero ha obligado a la comunidad odontológica a replantear protocolos, materiales y criterios de indicación para proteger a los pacientes y garantizar resultados más fiables a largo plazo.
Javier Calatrava es médico y especialista en implantología. En unas declaraciones en el podcast 'Espejo Dental', reflexionó sobre la realidad de este tipo de intervención: “Estamos viendo ahora los problemas de los implantes colocados hace años”, empieza diciendo.
Dentista
“Muchos llevan implantes y nadie les ha explicado cómo deben limpiarlos, si necesitan revisiones o cómo cuidarlos”
Opinión. El experto defiende que conviene pelear por los dientes propios antes de dar el salto a la cirugía: “Hay evidencia de que las restauraciones sobre dientes duran más y con menos complicaciones que las hechas sobre implantes”, sostiene. Muchos pacientes desconocen que in diente que parece perdido puede mantenerse sano con un tratamiento periodontal adecuado, revisiones periódicas y buenos hábitos de higiene: “Tenemos estudios de 20 o 30 años que muestran que dientes con poca inserción pueden funcionar perfectamente si el paciente los cuida”, explica.
Cuestión de dinero. El principal problema es económico. La implantología es un procedimiento rentable y está influenciando en la toma de decisiones clínicas: “La rentabilidad pesa más de lo que debería”, lamenta. La realidad es que rehabilitar un diente exige tiempo, revisiones, raspados y tratamientos restauradores, pero colocar un implante es más rápido y lucrativo para la clínica.
Las sonrisas no son muchas veces tan perfectas como nos hacen creer
Ejemplos. Calatrava describe casos de pacientes con periodontitis avanzada, caries múltiples o arcadas desalineadas, en las que es todavía es posible trabajar para recuperar la función sin pasar por la extracción masiva: “Hay clínicas que lo hacen porque es más rápido y rentable, pero no es lo mejor para el paciente”, critica desde la experiencia.
Responsabilidad para toda la vida. Uno de los mayores errores que podemos cometer es creer que los implantes no necesitan cuidado. Pueden sufrir periimplantitis, aflojarse, infectarse o fracasar con el tiempo si no se hace una limpieza correcta: “El implante es un arma de doble filo. Cuando tú lo colocas, te casas con él. Muchos llevan implantes y nadie les ha explicado cómo deben limpiarlos, si necesitan revisiones o cómo cuidarlos”, explica el odontólogo.
Mujer con los dientes blancos
Datos. En España se han colocado unos 17 millones de implantes dentales en la última década, una cifra que se ha duplicado desde 2014, lo que refleja el gran crecimiento de esta terapia como opción para reemplazar dientes perdidos. A pesar de su popularidad, la comunidad odontológica ha advertido sobre un aumento de enfermedades periimplantarias (como periimplantitis y mucositis). Estudios y asociaciones como la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) señalan que alrededor del 25 % de los pacientes con implantes sufre estas patologías a medio y largo plazo, un indicador de que no todos los tratamientos terminan sin problemas. También hay debate profesional sobre la tendencia a optar por implantes cuando otras soluciones podrían ser apropiadas. Artículos de revistas especializadas, como el British Dental Journal, han alertado de que existe una sobreadopción de implantes en algunos contextos, con un uso que supera a veces la indicación clínica estricta de preservar dientes existentes o considerar alternativas menos invasivas.
Reflexión. El experto considera que la implantología no es mala pero debería estar reservada para personas que han perdido piezas y necesitan recuperar la masticación. La clave debería ser aplicarlo cuando realmente sea necesario y no como un método de sustitución temprana de dientes que todavía se pueden recuperar: “El paciente viene con un problema y el profesional debe ofrecer la mejor opción basada en evidencia y en lo que realmente conviene a su salud”, termina diciendo.

