En su discurso de agradecimiento, aplaudido por sus menciones a las víctimas del terrorismo y a la libertad de expresión, María Luisa Gutiérrez, productora de La infiltrada , también mentó a su socio, Santiago Segura: “Nuestra empresa hace comedias familiares, que dan mucha taquilla, y gracias a ellas podemos hacer películas arriesgadas como esta. En una industria sana se necesitan los dos cines. Uno no puede vivir sin el otro”, declaró. Debió de tratarse de un lapsus debido a la extraordinaria confusión generada por el histórico ex aequo, porque lo justo y necesario sería contar al menos tres realidades cinematográficas distintas: la comercialidad que representa mejor que nadie Segura, tradicionalmente ausente de la gala de la Academia, y el más independiente, como es el caso de Segundo premio, La estrella azul o Salve María , por citar las escasas películas en esa línea que tuvieron cabida en el no tan variado goyesco palmarés (Almodóvar es un mundo aparte). Tanto El 47 como La infiltrada podrían asimilarse a eso que, en los años setenta, se llamó la tercera vía, un loable intento de aunar comercialidad y calidad: las dos cuentan con buenas actuaciones, están narradas con eficaz clasicismo y se basan en hechos reales contados de manera algo sesgada para simplificar. Es normal, son películas “basadas” en hechos reales, no documentales. Hay una mirada detrás, y un público objetivo delante.
Lo importante, para el caso, es que pueden verse como películas de la tercera vía, aceptadas por la crítica, con matices, y aplaudidas por el público, y son tan necesarias como las comedias de marca blanca made in Segura o las películas independientes que, cada una a su manera, tratan de hacer avanzar el lenguaje cinematográfico, romper esquemas o plantear temas incómodos. Aunque la primera función del cine, como todo arte, es la de abrir caminos, también hay que vender entradas sobre seguro para sostener la industria. Pero, contando esa tercera vía, son tres, y no dos, las distintas formas de cine que han de convivir en el mismo ecosistema.