La criptoginia tiene muchas víctimas, una de las cuales es Rosa Maria Arquimbau (Barcelona, 1909-1992). Por suerte, el escritor y crítico literario Julià Guillamon se propuso rescatarla del olvido, y desde hace unos años ha llevado a cabo una tarea ingente de recuperación de su obra y también ha escrito su biografía: L’enigma Arquimbau. Sexe, feminisme i literatura a l’era del flirt ( Comanegra).
Periodista, novelista, cuentista y dramaturga, ahora el TNC recupera una de sus obras teatrales con todos los honores, Marie, la roja, que se estrenó en 1938 en el teatro Romea y, hasta ahora, no vuelve a los escenarios. Una de las misiones del TNC es precisamente “preservar el patrimonio de la lengua catalana y desenterrar autoras bajo camiones de arena”, recuerda su directora, Carme Portaceli. “Lo hicimos hace dos años con Maria Aurèlia Capmany y ahora con Rosa Maria Arquimbau”.
“Fue una mujer muy ácida, feminista, que escribía para ayudar a los desfavorecidos”, declara Villamor
La nueva versión llega con dramaturgia de Carles Mallol y dirección de Ester Villamor Baliarda, quien explica cómo era Arquimbau: “Fue periodista y era una mujer muy ácida, feminista, que escribía con la idea de ayudar a los desfavorecidos con sus artículos, combatiente, que creía en un feminismo que era un arma muy importante”.
Trasladada a la escena, “ Marie tiene unos ideales comunistas y feministas y llega a la prisión porque ha propinado un puñetazo a un policía en una manifestación”. La nueva reclusa cierra filas con las otras internas, “que tienen una visión de la vida de unas realidades muy distintas, y ella las espolea; Marie es más de cabeza y las otras son más de entraña, y es importante que las dos cosas vayan juntas”.

Mercè Aránega en 'Marie, la roja', de Rosa Maria Arquimbau
La obra es un drama y tiene mucho discurso, aunque han puesto algún punto de humor, canciones y movimiento. “ Arquimbau se lleva la obra a París para descontextualizarla de la guerra y centrarse en la lucha de estas mujeres –continúa Villamor–. Nosotros hemos hecho muchas gamberradas, con mucho saltos de época. Y hemos puesto mucha música y movimiento. Con la música nos apropiamos de los insultos a las mujeres y nos los hacemos nuestros”.
El dramaturgo detalla: “Como no se representaba desde 1938, no queríamos hacer una versión excesivamente rompedora, porque es importante que el público conozca quién era Arquimbau. Sin embargo, hemos hecho muchas intervenciones, para poder explicarlo desde nuestro punto de vista. La obra evoluciona, de manera que empieza más fiel y se va actualizando. Hemos querido potenciar mucho el mundo de la prisión”.
Carlota Olcina es Marie, la roja, y en el escenario la acompañan Mercè Aránega, Borja Espinosa, Tai Fati, Oriol Guinart, Meritxell Huertas, Antònia Jaume, Jordi Llovet, Alba Montaño y Marina Roura. Marie, la roja se representa en la sala Petita del TNC hasta el 6 de abril.
La producción del TNC se acompaña de la publicación del texto en la versión de Arquimbau, con prólogo de Bernat Reher, quien considera que la autora “es la mayor expresividad del neorrealismo catalán”. Con Julià Guillamon, los dos harán una introducción a la obra el 7 de marzo antes de la función, y Marta Marín-Dòmine también moderará un coloquio postfunción el día 13 de marzo.