Valeria Castro ★★★✩✩
Intérpretes: Valeria Castro, voz y guitarra; Meritxell Neddermann, teclados y coros; María de la Flor, violín, guitarra, charango, coros; Joaquín Sánchez, clarinetes; Lucas Piedra Cueva, bajo, percusión y Borja Barrueta, batería, guitarra pedal steel
Lugar y fecha: Auditori Fòrum (3/IV/2025)
La cantautora canaria Valeria Castro ha irrumpido como un vendaval en la arena de la canción de autor. Originaria de La Palma, empezó a dar que hablar con el EP Chiquita y ya con su primer álbum, Con cariño y con cuidado, se le abrieron todas las puertas, por unas canciones de letras sentidas y una música conectada con su tierra, incidiendo en los lazos que unen a los orígenes. Notable compositora de voz dotada, da un paso adelante con su segundo álbum, El cuerpo después de todo, estrenado en el Guitar BCN en la que fue la primera actuación de una gira que se anuncia memorable.
Las 3.000 entradas del auditorio del Fòrum volaron con antelación y es que sus canciones han calado entre un público muy diverso. Incluso las nuevas, con apenas tres semanas de vida; como Devota, con la que abrió el concierto a cappella, tratando el dolor del desamor de manera poética. Sus penas alcanzan en La soledad el drama que imprimen estrofas como “tengo claro que hay heridas que me van a hacer sufrir”, entre delicados arreglos de viento y cuerda. Antes de otro estreno, Tiene que ser más fácil, demostró que se defiende bien en catalán y en Honestamente hace un ejercicio de liberación personal, en el que termina cantando arrodillada, deseando lo mejor para el amado perdido.
Homenaje
En el bis, una canción de resistencia y pertenencia, nacida del drama volcánico que vivió su isla de La Palma
En el rescate de La corriente introduce un arreglo electrónico, que contrasta con la calidez del clarinete, un instrumento determinante, antes de volver a la actualidad con el tema titular, oscuro y dramático. En cambio, Costura, dominada al inicio por el sonido de un clarinete bajo distorsionado, se escora a lo folklórico y, según explica, el hecho de grabar en México influyó en dar acento mariachi a un Debe ser en el que colabora Sílvia Pérez Cruz, ausente por estar “malita”.
Se la notaba algo nerviosa y eso hizo que en la parte central del concierto, la más intimista, afloraran errores que lastraron las emblemáticas Guerreras, dedicada a su madre y abuela, y la serratiana y bilingüe El borde del mundo que escribió para la película El 47. Mejor estuvo El tiempo que no estés, reflejando el miedo a la pérdida, y la revisión, a trío femenino, del Hoxe, mañá e sempre que grabó con Tanxugueiras.
En el tramo final, de nuevo con toda la banda, destacó la emotiva canción de autoafirmación Parecido a quererte, el acento entre swing y klezmer de Abril y mayo, la cumbia Sentimentalmente y, ya en el bis, la emblemática La raíz, una canción de resistencia y pertenencia, nacida del drama volcánico que vivió su isla.