Mucho han cambiado las cosas desde que, el 4 junio de 1985, 22 poetas –¡solo dos mujeres!– recitaron durante cuatro horas en el Instituto Francés en el primer Festival Internacional de Poesia de Barcelona, entonces un apéndice de la ya extinta Fira del Llibre. Durante buena parte de estos cuarenta años, el festival que iniciaron Mario Muchnik y Àlex Susanna era una de las pocas ocasiones para escuchar poemas dichos por sus autores en sus propias lenguas, que nos parecían tan exóticas, poetas que a menudo aquí ni siquiera habían sido traducidos todavía. Hoy los recitales son toda otra cosa, con mucho más dinamismo e hibridación de géneros, hay muchos más y los aficionados pueden ver tantos vídeos poéticos como quieran. Y no todo son hombres.
Llegamos al 2025, con un festival colofón de toda una semana de poesía. Arranca la música de Clara Aguilar, hipnóticas bases grabadas y piano de cola –luego cambia de instrumentos–, y acto seguido sube al escenario, expansivo, el georgiano Shota Iatashvili y recuerda “cuando subimos al minibús / me encontré entre el poeta francés y el americano. /Una literatura pequeña entre dos grandes”, y sus versos reflexionan con humor agridulce sobre recitales pasados y partidos de fútbol.
La gallega Lupe Gómez recita un puñado de poemas de toda su carrera, desde cuando decía que “en mi pueblo / solo había una costumbre, / andar con el pelo desatado / y los pechos caídos” o versos-poema intensos: “Te avezaste a encogerte hasta desaparecer entre la niebla”.

Lupe Gómez durante el 40è Festival Internacional de Poesia de Barcelona
Gómez también dice: “Las manos de la llovizna cantaban hip-hop”, y no es lo que hace el húngaro Márton Simon, pero al menos ha gravado un disco con versos, eso que llaman spoken word porque poesía debe quedar demasiado presuntuoso. “Ahora, por un rato, / todo está bien”. Es cierto.
Berta García Faet viene de València y empieza preguntando: ¿Nos vamos a vivir a un falansterio? / ¿Has perdido mucho el tiempo? / ¿Escribir libros es adaptativo?...” y acaba despidiéndonos en Mi vida es mágica: “Un enjambre de fresas / y que vaya con dios”.

Ana Blandiana durante el 40.º Festival Internacional de Poesia de Barcelona
Ana Blandiana ya había triunfado en el festival en 1999, hace nada, cuatro días. Ayer volvió más consolidada aún, por ejemplo con el premio Princesa de Asturias de las Letras el año pasado. Empieza “Más inocente, pero no inocente” y trenza poemas emocionantes, metafísicos, “mientras yo me quedo sola en la infancia”.

Adrià Targa durante el 40.º Festival Internacional de Poesia de Barcelona
El tarraconense Adrià Targa, nuestro héroe, se atreve con el erotismo –“Voldria omplir-te els llavis de mel blanca”–, o explicando que es “aquest conjunt de circumstàncies / que haurien pogut fer-me un gran poeta”. Será que sí, no?
La canadiense Anne Carson, tan esperada, da unas “charlas breves” en prosa sobre temas tan dispares como el homo sapiens, Ovidio o “sobre la sensación de cuando despega un avión”: “Bueno, ya sabéis que me pregunto si podría ser el amor, corriendo hacia mi vida con los brazos en alto y gritando: ¡comprémoslo, vaya ganga!”. Y eso gritamos todos con ella.

Anne Carson durante el 40.º Festival Internacional de Poesia de Barcelona
Bajo la dirección de Maria Callís y Manuel Forcano, fue, desde luego, un regalo. Y es que, como dijo Iatashvili, “sean grandes o pequeñas / todas las literaturas tienen aquí su lugar”.