Fallece Sly Stone, símbolo e inspiración de la música afroamericana

Obituario

Los éxitos de sus composciones, que influyeron en muchos compositores posteriores como Prince, Red Hot Chili Peppers, Nile Rodgers o Miles Davis, estuvieron acompañados de una vida desenfrenada y de excesos

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Sly STone durante el fesival de Jazz de Niza, en 2007  

Eric Strade / Afp

Sylvester Stewart, para el arte Sly Stone, tuvo una larga, convulsa y agitada vida que lo llevó a convertirse primero en un icono de la música afroamericana y ahora, tras su fallecimiento el pasado día 9 en Los Ángeles -a causa, según su familia, de una obstrucción pulmonar crónica-, en un mito que revolucionó el soul y el funk para erigirse en uno de los músicos más inventivos de su generación. Obtuvo la gloria pronto, pero eso conllevaría al mismo tiempo acarrear los demonios de la autodestrucción. Todo en su vida fue desmesurado y desenfrenado; un torbellino por el que supo surfear para, primero convertirse en un creador que rompió moldes y luego en un modelo que inspiraría a varias generaciones de músicos, desde Prince a Red Hot Chili Peppers pasando por Nile Rodgers o incluso Miles Davis.

Nacido en Dallas, Texas, se crio en California donde, desde temprana edad, ya se introdujo en el mundo de la música grabando a los 11 años junto a sus hermanos el góspel On the battefield. Curtido luego en varios grupos, ejerce de DJ radiofónico en San Francisco y toca teclados para Dionne Warwirk y Marvin Gaye, entre muchos otros. En 1966 funda, con su hermano Freddie, Sly and the Family Stone, un grupo que integra músicos blancos y negros, masculinos y femeninos. Son tan buenos que inmediatamente los ficha Epic, una subsidiaria de la poderosa Columbia.

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Sylvester “Sly” Stewart y su novia, Kathy Silva, a la drecha, reciben las felicitaciones durante la celebración de su boda en el concierto de Sly & The Family Stone, en junio de 1974  

Richard Drew / Ap-LaPresse

El título de su primer álbum A whole new thing (1967) ya hace presagiar lo que vendrá a partir de Dance to the music (1968), cuyo tema titular, además de alcanzar un gran éxito, sirve para instaurar el subgénero del soul psicodélico. Su tercer trabajo, Life (1968), tuvo un discreto recorrido comercial pero las cosas cambiaron por completo con Stand! (1969), considerado la cúspide creativa del grupo, editado poco antes de su mítica participación en el festival de Woodstock. El disco incluye temas emblemáticos como I want to take you higher o Everyday people. El siguiente single, Thank you (falettinme by mice elf again), fue una nueva demostración de su poderoso funk.

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Sly Stone y su Family Stone durante el 48 premios Grammy, en febrero de 2006, en Los Angeles  

Mark J. Terrill / Ap-LaPresse

Otro punto de inflexión en su carrera fue There’s a riot going on (1971), un disco más oscuro, influenciado por la ascensión del movimiento Black Power, que en cierta manera enterraba los floridos ‘sixties’ y cuyo título es una réplica al What’s going on de Marvin Gaye, editado seis meses antes. Considerado uno de los grandes clásicos de la historia del pop -su single Family affair alcanzó el número uno- ha ejercido una gran influencia tanto en el funk como el hip hop. El éxito tapó sus problemas con las drogas y también las desavenencias del grupo, sobre todo las de los hermanos Stone con el bajista Larry Graham. Además, se daba la circunstancia que Sly Stone estaba atrapado entre el movimiento de los Panteras Negras, que le pedían una música más militante, y su compañía discográfica que quería temas comerciales. Les hizo caso, pero Fresh (1973) supuso un bajón, y eso que incluye un tema tan notable como If you want me to stay. Fue la antesala del final del grupo que se despidió con el prescindible Small talk (1974), aunque eso no impide que tuviera una gran influencia en, por ejemplo, Beastie Boys.

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Sly Stone en el 41 Festival de Jazz de Montreux, en Suiza, en julio de 2007  

Martial Trezzini /Efe

Su primer álbum en solitario fue High on you (1975) pero, como no acabó de funcionar, para el siguiente, Heard ya missed me, well I’m back (1976), volvió a recuperar el nombre de su antigua banda, aunque no tuviera nada que ver. La cuesta abajo continuó con su mudanza a Warner Bros para editar Back on the right track (1979). Y aunque su amigo George Clinton intentó ayudarle para rehacer su carrera las cosas no acabaron bien y el último disco acreditado a Sly and the Family Stone, Ain’t but the one way (1982), fue completado por otro productor. Fue un fracaso comercial, al que siguieron arrestos por posesión de drogas, periodos de rehabilitación y un fundido en negro. Su reaparición, con I’m back! Family & Friends (2011), fue un disco de remezclas y versiones de temas antiguos con apariciones estelares de, entre otros, Jeff Beck, Ray Manzarek, Bootsy Collins y Johnny Winter.

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