El toreo a caballo, el rejoneo, ha perdido hoy a uno de sus máximos referentes: Rafael Peralta Pineda, fallecido en su localidad natal de La Puebla del Río a los 93 años a causa de una neumonía
Rafael Peralta, que también abrió muchos carteles de toreo a pie, formó junto a su hermano Ángel (fallecido en 2018) una pareja -collera en el argot taurino- que en las décadas de los sesenta y setenta sumó gran número de contratos en toda la geografía taurina con su maestría en la doma y espectacularidad en la ejecución de las suertes, entre ellas el par a dos manos, como sello de identidad y encabezaron el escalafón de rejoneadores varias temporadas.
A ambos hermanos se unieron Álvaro Domecq y el portugués José Samuel Lupi formando lo que se dio en llamar “Los Cuatro jinetes del apoteosis” en corridas en las que en alternaban en solitario y en pareja para deleite de los públicos.
Debut en Sevilla
Rafael Peralta hizo su debut en 1957 en la localidad sevillana de Constantina y dos años después se presentó en Las Ventas. Antes, el 1 de febrero, se anunció por primera vez en La Monumental del Barcelona (donde a lo largo de los años torearía en muchísimas ocasiones) en un festival taurino a beneficio de los afectados por las inundaciones en el municipio zamorano de Ribadelago.
En el cartel seis toreros que fueron predilectos de la afición catalana: Mario Cabré, Joaquín Bernadó, Chamaco, Julio Aparicio, Gregorio Sánchez y Miguelín. Entre el público- disculpas por la autocita-, quien esto firma, apenas un niño (estaba Chamaco, palabras mayores).

El rejoneador Rafael Peralta, en una entrevista en televisión
Rafael y Ángel Peralta pusieron las bases en la evolución del toreo a caballo, que con los antes mencionados Domecq y Lupi y también nombres como Manuel Vidrié, Bohórquez, Salvador Guardiola (muerto en la plaza de toros de Palma de Mallorca en 1960 y en cuya cuadrilla iba el genial dramaturgo Salvador Távora, que esa tarde se cortó la coleta) llevaron el ” arte de Marialva” a las cotas de Pablo Hermoso de Mendoza o Diego Ventura y con la francesa Lea Vicens, que tuvo en los Peralta sus maestros y consejeros, como actual representante femenina, con Conchita Cintrón siempre en el recuerdo.
En el año 2000 se retiró de los ruedos Rafael Peralta pero su magisterio y carácter entusiasta continuó también en múltiples actividades como la poesía o las retransmisiones taurinas en televisión.