El presidente de la República en Italia es quizás la única figura política que escapa a la polarización constante. Es aplaudido en los teatros, temido y respetado por los partidos y muy bien valorado en los sondeos, aunque incide directamente en la vida institucional. El cine, pero también la prensa, trata todo lo que rodea al jefe del Estado con extrema prudencia. Paolo Sorrentino, por tanto, ha tenido coraje al llevar su cámara al interior del palacio del Quirinale (en realidad reconstruido en un plató), sede primero de los papas, después de la casa real y desde 1946 de los presidentes de la República.
La gracia , la película del director de La gran belleza, ha inaugurado hoy la 82.ª edición de la Mostra de Venecia, recibiendo los aplausos de la prensa por la mañana, los de los fanáticos más audaces que desafiaron el mal tiempo de finales de verano en la alfombra roja y después los de la sala grande del Lido. A la espera de las estrellas, llegan los dilemas éticos y el homenaje a los grandes: la inauguración reunió a dos leyendas, cuando Francis Ford Coppola entregó el León de Oro a la carrera a Werner Herzog.
Noomi Rapace, que fue Lisbeth Salander, interpreta ahora a la madre Teresa de Calcuta
En el centro de la película está la figura del presidente de la República, interpretado por Toni Servillo, el actor fetiche de Sorrentino (suman ya siete obras juntos), que al final de su mandato se enfrenta a un dilema de conciencia. El presidente De Santis, un jurista moderado, debe decidir si firma la ley sobre la eutanasia y si concede el indulto a dos condenados: un hombre que mató a su esposa enferma de alzhéimer y una mujer que apuñaló hasta la muerte al marido que la maltrataba desde hacía años, en virtud de una prerrogativa prevista por la Constitución.

Toni Servillo y Paolo Sorrentino durante el photocall de 'La gracia'
El público italiano no tendrá dificultades en ver detrás del protagonista la figura de Mattarella, por las similitudes biográficas –es viudo, vive con su hija (en la película, Anna Ferzetti)– y políticas –exdemocristiano, del sur y muy cauto en su perfil público–. Sorrentino admite que la idea le vino de un hecho de crónica relacionado con el actual presidente, que concedió el indulto a un hombre encarcelado por el asesinato de su esposa enferma, pero insiste en que no se trata de una película sobre Mattarella: “Hay resonancias con varios presidentes de la República: Scalfaro, Cossiga, Ciampi, Napolitano, también Mattarella. Todas figuras de gran inteligencia, sabiduría, responsabilidad”. La película se estrenará en enero en Italia, se sospecha que porque en esa fecha vence el plazo para poder ser seleccionada como título italiano a presentar al Óscar, y a sus productores no les interesa porque esperan que pueda ser considerada directamente en otras categorías, que cuentan con un plazo más extenso.
Hay resonancias con varios presidentes de la República: Scalfaro, Cossiga, Ciampi, Napolitano, también Mattarella. Todas figuras de gran inteligencia, sabiduría, responsabilidad
Más que la política, a Sorrentino le interesa la ética: “Creo que el dilema moral es un formidable motor narrativo, más que ningún otro instrumento utilizado con mayor frecuencia”. Y en este sentido la gracia es central: “Los indultos no son solo instrumentos jurídicos, sino también una especie de actitud ante el mundo y ante la vida, una actitud amorosa”.
Los dilemas de conciencia también atraviesan Mother , de la directora macedonia Teona Strugar Mitevska, que ha abierto la sección Orizzonti, en la que participa también Estrany riu , la ópera prima del catalán Jaume Claret Muixart. La monja canonizada por el papa Francisco es interpretada por Noomi Rapace —conocida por la trilogía Millennium —, y se narra con una mirada inédita, mientras espera la carta con la que el Pontífice le dará el permiso para abandonar el convento y fundar su orden. Teresa se ve obligada a enfrentarse a elecciones dificilísimas, como el aborto de su consagrada más fiel, y afloran todas sus debilidades humanas. “Hoy estaría en Gaza bajo las bombas”, dijo la directora macedonia, tocando un tema que sigue muy presente. En la manifestación de solidaridad por las víctimas civiles prevista el sábado participarán algunos actores y directores del festival.