Junts pone fin a las reuniones con Zapatero en Suiza y pasa a formar parte de la oposición

La legislatura, en el aire

La formación posconvergente apaga los canales de comunicación con el PSOE y tratará de evidenciar la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso, a quien invita a reflexionar

Junts pone fin a las reuniones con Zapatero en Suiza y pasa a formar parte de la oposición
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Carles Puigdemont: "No ayudaremos a un gobierno que no ayuda a Catalunya"

EFE

¿Qué significa romper? Esa es probablemente la pregunta más recurrente a los dirigentes de Junts en las últimas horas y tras la comparecencia del expresident Carles Puigdemont de ayer se han ido despejando los interrogantes. La formación posconvergente, que en las últimas semanas ya había tomado distancia de los socialistas y llevaba un año de relaciones tensas y altibajos, con la ruptura siempre en el horizonte, apagará todos los canales de comunicación con los socialistas y pasará a engrosar las filas de la oposición, con la que no ha dudado en votar en estos dos años cuando así lo ha creido conveniente.

De ese modo, se pondrá fin a las negociaciones políticas con el PSOE en el foro de Suiza, una mesa en la que se sentaban ambas organizaciones con un mecanismo de verificación internacional y a la que en un primer momento se daba mucho valor, aunque en los últimos meses, sin Santos Cerdán, en prisión preventiva, la relación se había deteriorado, según apuntan fuentes posconvergentes que consideran que con el exsecretario de organización de los socialistas la cosa iba mejor. En los últimos meses el interlocutor principal de Puigdemont era el expresidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que también tenía un papel en ese foro. 

El motivo es que los acuerdos allí sellados durante 22 meses en 19 reuniones, muchos de ellos relacionados con el autogobierno y las competencias de la administración catalana, no se materializan, tal y como detalló ayer el líder de JxCat, que ha contado con el respaldo unánime de la dirección al tomar la decisión de romper. 

Hace dos años, Junts hacía gala de cobrar por avanzado y no actuar como Esquerra, pero ahora en la formación tienen la sensación de que han pagado ellos por adelantado porque Sánchez está en la Moncloa y Francina Armengol ocupa la presidencia del Congreso mientras que una parte de lo pactado a cambio de esas dos investiduras no se ha cumplido.

Y si no hay diálogo político, tampoco lo habrá sectorial en el Congreso de los diputados ni con los ministerios, avisan los posconvergentes, que advierten que no tienen ninguna intención de “hacer de muleta del PSOE”. Por cordialidad, si hay una llamada, los dirigentes de Junts responderán, pero no se irá más allá puesto que la desconfianza es máxima, relatan. “Lo verán en el panel de las votaciones en el Congreso”, explica un dirigente de forma gráfica, dejando claro que no habrá diálogo previo y que ni siquiera se negociará “pieza a pieza” como se venía haciendo desde el 2023. 

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Carles Puigdemont, este lunes en Perpiñán durante su comparecencia tras la reunión de la ejecutiva en la que se decidió romper con el PSOE

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Con estos mimbres, queda claro que Junts, que siempre evitó encasillarse en el bloque de la investidura o en la mayoría del Gobierno, ahora sí que pasa a formar parte de la oposición y no lo ocultan. Con esa etiqueta no hay problemas. “Romper significa romper”, apuntaban ayer fuentes del partido, que confían en que la decisión anunciada “se notará” y que se evidenciará la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez, aunque es posible que se apoyen algunas iniciativas de “sentido común”, como aumentar las multas a los que ocupen plazas reservadas para personas con discapacidad o bien aquellas que beneficien a Catalunya. Sin embargo, en JxCat dudan que haya muchas votaciones en ese último apartado. 

Pese a solemnizar una ruptura que se venía gestando y cociendo a fuego lento desde hace meses y que no coge a nadie por sorpresa, Puigdemont evitó pedir al jefe del Ejecutivo central que apriete el botón nuclear y que convoque elecciones anticipadas, aunque se encamine a su tercera prórroga presupuestaria consecutiva. “Le corresponde al PSOE tomar decisiones al comprobar su incapacidad para aprobar iniciativas en el Congreso”, se limitan a responder desde Junts cuando se les pregunta al respecto y el propio expresident, durante su comparecencia, les pidió una reflexión a los socialistas más allá de culparles del nuevo escenario. 

No ayudaremos a un gobierno que no ayuda a Catalunya; ni a este, ni a otro”

Editorial TeamPresidente de Junts

Por otra parte, con la intervención del presidente de JxCat, se cerró la puerta a especulaciones sobre una moción de censura instrumental con un candidato independiente para convocar comicios generales anticipados cuanto antes. Al menos, por ahora. “No ayudaremos a un gobierno que no ayuda a Catalunya; ni a este, ni a otro que no ayude a Catalunya”, zanjó el expresident al respecto, después de que uno de sus colaboradores lanzara un globo sonda hace unos días. ”Los socialistas han suspendido muchas asignaturas pero el PP debería repetir curso”, ha abundado en la idea esta mañana el secretario general, Jordi Turull, en sendas entrevistas en RAC1 y Ser Catalunya. 

Turull también  ha descartado que una eventual reunión entre Carles Puigdemont y Pedro Sánchez pueda reconducir la relación entre ambos partidos. ”Ya no nos los creemos”, ha zanjado.

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En las próximas horas, por la tarde, se reunirá el consejo nacional de la formación de manera extraordinaria para dar forma a la consulta a la militancia y validarla. Los afiliados podrán votar sobre la decisión que adoptó ayer la ejecutiva durante el miércoles y el jueves hasta las seis de la tarde, cuanto está previsto que se anuncien los resultados poco después de que se cierre la urna digital, como ya se ha hecho con otras consultas similares. Con todo, se espera que la militancia apoye la postura de la dirección. Nadie duda de ello esta vez, a diferencia de lo que sucedió hace tres años con la salida del Govern de Pere Aragonès.  

A partir de ahí, la legislatura española, bajo riesgo de colapso sin los siete votos que daban la mayoría al Gobierno de Sánchez y con los de Podemos también un limbo, entrará en una nueva fase, aunque la voluntad de los socialistas es seguir con el guion previsto y creen que aún no se han volado todos los puentes. “Pedro Sánchez podrá ocupar poltronas pero no podrá gobernar, podrá tener poder pero no podrá ejercer el gobierno”, resumió el dirigente soberanista.

De momento, parece claro que iniciativas como la reforma de la justicia que impulsa el ministro Félix Bolaños, a la que el grupo posconvergente había presentado una batería de enmiendas en julio, o los presupuestos generales del Estado se tendrán que quedar en un cajón. Para Junts ya ha llegado la hora del cambio.

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