Lugar y fecha: Auditori de Girona (18/IX/2025)
Valoración: ★★★★✩
El próximo 6 de octubre, Patti Smith inicia en Dublín la gira con la que conmemora el cincuenta aniversario del indispensable Horses, trabajo que interpretará en su totalidad. Un tour que no pasará, ejem, por Catalunya. La buena notícia es que, antes de acometer este proyecto, la estadounidense y su banda han estado en Girona inaugurando una nueva edición del festival Temporada Alta con dos recitales programados en fechas consecutivas.
Y qué gozada. Su presencia en nuestros escenarios es relativamente habitual de unos años para acá, pero no por ello deja de ser un hecho extraordinario. Un privilegio que el mal día que no esté echaremos en falta. Por su contenido musical y actitud, por supuesto. También por su sentido del humor (tuvo un pequeño traspié versionando el Man in the long black coat de Dylan y todos, empezando por ella, nos reímos un montón); por su compromiso eticopolítico (Peaceable kingdom dedicado a las gentes de Palestina, la gloriosa People have the power del final), un estupendo antídoto contra los reaccionarios, pero también contra el cinismo y la resignación; por cuidar a sus amigos, ya que en el saludo final invitó al escenario al admirado Gay Mercader.
Su hijo Jackson Smith (guitarra), Tony Shanahan (teclado, bajo, voz) y Seb Rochford (batería), acompañaron a Patti, dispensándonos momentos tan memorables como la pequeña jam que se montaron en un episodio de Beneath the southern cross. Hora y media larga de comparecencia iniciada con Dancing barefoot, repleta de dianas si se quiere predecibles, pero no por ello menos sobresalientes como Because the night o Gloria (Them), acogidas con la lógica euforia por parte del respetable ya en las postrimerías del recital. En el interín, más aciertos como el Transcendental blues de Steve Earle o el pulso espiritual de Ghost dance, seguida de Break it up recordando a Jim Morrison. Mención indispensable también para Nine o una afortunada revisitación de Bullet with a butterfly wings (The Smashing Pumpkins), reafirmando una vez más la leyenda