La carrera española por la Concha de Oro ha comenzado este sábado con la proyección de Los tigres, un thriller subacuático aderezado de drama familiar en el que Alberto Rodríguez ha fichado a Antonio de la Torre y Bárbara Lennie en los papeles de dos hermanos que llevan toda la vida en el mar. Antonio es el Tigre, un buzo imbatible en el arriesgado oficio de reparar y revisar el casco de los gigantescos buques petrolíferos. Mientras que Estrella tiene problemas de oído, no puede sumergirse más de 20 metros, y está volcada en los cuidados de su hermano, igual que hizo antes con su padre -que también era buzo-, renunciando a su talento emprendedor.
El germen de esta película que Rodríguez ha coescrito de nuevo con Rafael Cobos viene de los veranos que el director sevillano pasaba cerca de la petroquímica de Huelva. “Desde pequeño me atraía como un imán. A partir de ahí empezamos a darle vueltas y a crear una historia en ese entorno. Poco a poco, investigando nos enteramos de la actividad de los buzos profesionales, que es algo bastante desconocido, y se han hecho pocas películas en España”, declara el realizador de La isla mínima o El hombre de las mil caras, con las que ya optó a la Concha de Oro, en conversación con este diario.

Bárbara Lennie y Antonio de la Torre, en la película
Con ese punto de partida, Rodríguez se planteó “hacer un thriller que tuviese dentro un drama íntimo”, que es lo que le ocurre a estos dos hermanos con una situación económica delicada. Bajo el agua, Antonio es un hacha, pero sobre la superficie apenas sabe valerse. Tiene problemas de salud y su ex le quiere denunciar por no pasarle la pensión de manutención de sus dos hijas. Así que cuando un día descubre un alijo de cocaína escondido en el casco de un petrolero, ve la posibilidad de darle un giro a su maltrecha existencia, sin ser consciente de las consecuencias que esa decisión le puede acarrear.
Quería hablar de la precariedad de determinados aspectos del buceo profesional. Y sobre todo de la precariedad de la vida que llevan
El personaje de Antonio está inspirado en uno de los buzos que Alberto y su equipo conocieron, “un titán bajo el agua, casi un hombre anfibio, pero en la superficie no sabe cómo gestionar su vida. Y es algo que daba pie a hablar de la precariedad de determinados aspectos del buceo profesional. Y sobre todo de la precariedad de la vida que llevan”, añade. “El personaje de Antonio no toma ni una sola decisión correcta y la composición de la hermana en realidad vino buscando un poco el contraste. Alguien que es capaz de entender el tiempo, la realidad y lo que hay que hacer, pero está como atrapada en una especie de lugar al que ha sido relegada, que es el de los cuidados”.
Rodríguez matiza que no todos los buzos cobran poco, “depende del buzo y de lo que haga”, pero apunta a que el oficio conlleva una peligrosidad bestial porque “cada vez que un buzo se sumerge prácticamente se juega la vida”. En el caso de Antonio, dice que “su precariedad viene por su mala cabeza”. Sumergirse tanto tiempo bajo el agua trae consigo muchos problemas de salud. “Entrevistamos a un buzo brasileño que llevaba toda la vida buceando. Parecía un hombre fuerte y musculado pero tenía la columna destrozada por el buceo. Es una profesión que pasa factura y es uno de los trabajos más peligrosos del mundo. Los que aguantan están hechos de una pasta especial”.

Alberto Rodríguez posa para los fotógrafos durante la presentación de 'Los tigres'
A nivel técnico, el rodaje ha sido “un desafío, toda una aventura porque el mar tiene sus propias reglas y tienes que adaptarte a él”. Desde el principio tuvieron claro que debía rodarse “en el mar de verdad, con petroleros de verdad” y grabaron en localizaciones de Huelva, Algeciras y en la Ciudad de la Luz de Alicante, en el nacimiento del Guadiana. Pese a las dificultades, Rodríguez está feliz porque ha sido “un aprendizaje estupendo y me he divertido”.
Respecto a los protagonistas de esta película que llegará a los cines el próximo 31 de octubre, destaca que escribió el personaje de Antonio para De la Torre, con el que ya trabajó en La isla mínima y Grupo 7. “Tiene 57 años pero está muy en forma y encajaba muy bien en el personaje”. Con Lennie es la primera vez que colabora. “Hizo una prueba excelente y es muy intuitiva”, comenta sobre el trabajo de la actriz, que habla en la película con acento andaluz.
Rodríguez no viene solo con una película este año a San Sebastián. El viernes 26 también presentará Anatomía de un instante, serie basada en la novela de Javier Cercas sobre el 23-F con Álvaro Morte como Adolfo Suárez y Eduard Fernández en el papel de Santiago Carrillo. “Ya había pasado por la Transición en otras películas y no quería hacerla en un principio. Pero me leí el libro, descubrí otra forma de ficcionar la Historia, me pareció muy interesante y por eso me embarqué en el proyecto”.