En Salou (Tarragona) las miradas apuntan al cielo mientras dos aviones del equipo aéreo británico Aerosparx realizan acrobacias imposibles sobre el mar en la playas de Llevant y Ponent, más abarrotadas que en un día de vacaciones de agosto, pero esta vez para ver aeronaves a casi la velocidad del sonido en la Festa al Cel.
El festival, que ha atraído este fin de semana a más de 250.000 personas -según cifras del consistorio- ha vivido este domingo su momento álgido con exhibiciones de cazas y otros aviones militares, helicópteros, pilotos civiles expertos en piruetas extremas, paracaidistas del ejército del aire, un ‘air tractor’ de los Bomberos de la Generalitat o un aparato comercial de Vueling.