Paco Roca no ha terminado aún su nuevo cómic pero ya ha vendido los derechos de adaptación al cine. Tenía solo los bocetos cuando se interesaron por su historia. “Ahora resulta que no hace falta que termine el cómic para que me compren los derechos”, dice entre risas en una charla en la San Diego Cómic-Con de Málaga. El autor de novelas gráficas de éxito como Arrugas, La casa o El abismo del olvido ha hablado de las conexiones entre el cine y la historieta, a partir de la experiencia vivida con sus propios álbumes.
Roca ha querido subrayar que la historieta y el cine son lenguajes distintos: “A veces tenemos el concepto que el cómic es una especie de cine, incluso hablamos de planos cinematográficos cuando nos referimos a un cómic. Sin embargo, creo que el cómic se parece más a una novela, y cuanto más te alejas del lenguaje cinematográfico y buscas recursos que son únicamente del cómic es cuando realmente estás aprovechando ese lenguaje”.
Paco Roca (izquierda) y Rodrigo Terrasa en la charla 'Del papel a la pantalla' de la San Diego Comic-Con Málaga 2025
Reconoce que esa búsqueda de un lenguaje específico es uno de los retos de su trabajo: “La inseguridad forma parte del proceso creativo porque aquí uno más uno, nunca suman dos. Si no sientes esa inseguridad es que vas por un camino trillado”. Y añade que su trabajo preferido, de cuantos ha hecho, es Regreso al Edén, precisamente porque es “el menos cinematográfico de todos”.
Una adaptación tiene que ser fiel pero a la vez tiene que replantearse qué otras cosas debe aportar”
Siguiendo con estas diferencias entre cómic y cine, Paco Roca considera que “una adaptación tiene que ser fiel a la obra original pero a la vez tiene que replantearse qué otras cosas debe aportar al convertirse en película”. Pone como ejemplo el filme La casa, dirigida por Álex Montoya, donde “hay cosas que están en el cómic y otras que no, pero todo se entremezcla, y cuando acabas de verlo todo, el cómic y la película, te das cuenta de que se complementan, encajan y acaban explicando algo más grande”.
“Cómic y cine son dos lenguajes visuales pero no tienen mucho que ver en realidad”, afirma Roca. “En el cómic, lo importante es el espacio en blanco que hay entre dos viñetas, mientras que en el cine es necesario contar toda la acción. Y por eso, un mismo cómic es diferente para cada lector”, añade.
Paco Roca y Rodrigo Terrasa en la San Diego Comic-Con Málaga 2025
Desde sus primeras ediciones en Estados Unidos, la San Diego Comic-Con ha ido mucho más allá de la historieta y ha tenido en el cine uno de sus ejes principales. Esa misma dinámica se mantiene en su primera edición en Málaga, que cuenta con artistas como Arnold Schwarzenegger, Aaron Paul (Breaking Bad) o Natalia Dyer (Stranger Things). No es raro pues que se haya invitado a Paco Roca para hablar precisamente de ese trasvase entre medios en una charla titulada Del papel a la pantalla: adaptar novela gráfica al cine.
Reconoce que no se esperaba que su álbum Arrugas tuviera tanto éxito como película de dibujos animados (recibió dos premios Goya, uno de ellos al mejor guion adaptado). “En realidad, me sorprendió que Arrugas se quisiera adaptar al cine, con la de cómics que hay, que alguien se interesara en una historia sobre la vejez, sobre el alzhéimer y que transcurre en una residencia de ancianos. No me parecía una combinación ganadora”, recalca con humor.
El apunte
De la viñeta a la pantalla
“He tenido suerte con las adaptaciones de mis cómics al cine, con casi todas”, matiza Paco Roca. Queda claro que ese “casi” se refiere a la adaptación de Memorias de un hombre en pijama. En cambio, reconoce estar muy satisfecho con Arrugas y con la película que hizo Álex Montoya a partir de La casa, su álbum “más personal”. Por eso, el mismo director es quien está trabajando ahora en la adaptación de El abismo del olvido, último trabajo de Paco Roca publicado hasta la fecha. También se muestra satisfecho de la adaptación que Alejandro Amenábar hizo de El tesoro del Cisne Negro en la serie titulada La Fortuna. Le extraña en cambio que no se haya adaptado El invierno del dibujante: “Pensaba que se adaptaría fácilmente, es muy neorrealismo español”.


