Barcelona acoge desde hoy la tercera Mondiacult, la decisiva Conferencia Mundial de Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, el gran encuentro global de la Unesco que nació en México en el 1982 y persigue que la cultura se coloque en el centro de la agenda global de desarrollo. En su segunda edición, en el 2022, reunió en el país azteca a 2.600 participantes y 135 ministros de Cultura de todo el mundo y declaró la cultura como bien público global. Ahora es el turno de Barcelona, que, como calentamiento de la cumbre este fin de semana, ya ha celebrado la Conferencia Iberoamericana de ministras y ministros de Cultura y el tercer Diálogo Ministerial de Alto Nivel del Grupo de Amigos para la Acción Climática Basada en la Cultura, un encuentro de 30 países presidido por la ministra de Cultura de Brasil y el de Arabia Saudí. Y desde esta mañana el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB) en el Fòrum acogerá a 170 delegaciones y decenas de ministros del ramo, con la excepción segura de Estados Unidos, que ha abandonado la Unesco desde el regreso de Donald Trump al poder, y de Israel, que solo es Estado observador y no enviará ninguna delegación. En cambio, Palestina sí participará como Estado miembro.
Estarán los ministros de Cultura de países tan diversos como India, Chile, Egipto, Ghana, Grecia, Guinea, Indonesia, Irán, Italia, Libia, Madagascar, Kirguizistán, México, Marruecos, Malasia, Mongolia, Noruega, Polonia o Portugal. El programa de Mondiacult 2025 constará de sesiones plenarias intergubernamentales, pero también de numerosos eventos paralelos y un importante programa cultural que arranca hoy con un acto inaugural en el CCIB en el que, además de los discursos de rigor, participarán creadores como Frederic Amat, Maria Arnal, Tarta Relena y Miguel Poveda con Yerbabuena. Además, mañana se celebrará un gran concierto por la paz y el diálogo con Jordi Savall y músicos de todo el mundo en el Palau de la Música. El patrimonio cultural inmaterial español también será protagonista de la programación, con castellers, muestras de jotas y tamborradas, y con una muestra de la fiesta de la Mare de Déu de la Salut, de la localidad valenciana de Algemesí.
El gasto público en cultura es de 418 dólares per cápita en Europa y Norteamérica; y 13 veces menor en el resto
El vestíbulo del CCIB va a recibir a los miles de participantes con una escenografía inspirada en los principales materiales textiles para proteger el patrimonio en peligro. También habrá vegetación por su papel para evitar la erosión de espacios patrimoniales. Una vegetación de espacios de patrimonio mediterráneo desde Empúries hasta Djemila, en Argelia.
Entre sesiones paralelas que van desde liberar el poder económico de la Cultura en la Agenda del G-20 a los derechos culturales de las personas con discapacidad, pasando por poner la IA bajo la lupa en cuanto a diversidad cultural, derecho y creación o escuchar a la tierra y aplicar los conocimientos indígenas en las políticas culturales, se presentará el primer Informe Global de la Unesco sobre las Políticas Culturales, que muestra que las industrias culturales y creativas ya suponen un 3,39% del PIB global y un 3,55% del empleo, y que, mientras el gasto público en cultura es de 418 dólares per cápita en Europa y Norteamérica, es 13 veces menor en el resto del mundo. Quizá ayude a cambiarlo la Declaración de Barcelona, un documento de consenso que saldrá de Mondiacult y definirá las líneas maestras de las políticas culturales en los próximos años.
