Los vigilantes del barrio de los obreros de la capital de Egipto durante el reinado de Akenatón disponían de silbatos hechos de hueso

Arqueología

El sorprendente instrumento, único en su tipo, se ha encontrado en un dormitorio de la Aldea de Piedra

El silbato, único en su tipo, estaba hecho con el hueso de la falange de una vaca

El silbato, único en su tipo, estaba hecho con el hueso de la falange de una vaca 

Michelle Langley

Tell el-Amarna es el nombre actual de la capital del Antiguo Egipto durante el reinado de Akenatón (Amenofis IV), el famoso décimo faraón de la XVIII Dinastía. Fundado alrededor del año 1347 antes de Cristo, el sitio (conocido por aquel entonces como Aketatón, ‘El horizonte de Atón’) prosperó durante una sola generación antes de ser abandonado tras la muerte del faraón, unos 15 años después.

El asentamiento ha sido excavado desde la década de 1970 y aún así, hoy en día sus arenas todavía ocultan sorprendentes hallazgos. El último descubrimiento, realizado en un espacio aislado al este del enclave, dejó estupefactos a los arqueólogos de la Universidad de Cambridge.

La falange perforada de una vaca

El equipo dirigido por Michelle Langley, Anna Stevens y Christopher Stimpson ha identificado un instrumento de hueso hecho a partir de la falange perforada de una vaca. Al principio, el elemento no encajaba en ninguna de las categorías conocidas, hasta que los investigadores descubrieron que lo que tenían delante era un silbato

El lugar donde se encontró era cerca de dos zonas de la ciudad llamadas la Aldea de los Obreros y la Aldea de Piedra, sitios que probablemente albergaron a los canteros y obreros encargados de la creación de las tumbas excavadas en la roca del cercano cementerio real.

Las flechas rojas indican las estrías causadas por la perforación de la falange. La flecha azul indica la zona dañada por termitas

Las flechas rojas indican las estrías causadas por la perforación de la falange. La azul indica la zona dañada por termitas 

International Journal of Osteoarchaeology

Ambos asentamientos estaban fuertemente vigilados, con lo que parecen haber sido circuitos viales destinados a controlar el movimiento de entrada y salida de estas áreas. Conectadas con los circuitos viales alrededor de la Aldea de Piedra se encontraban dos edificios conocidos como Estructuras I y II.

La Estructura II probablemente era un puesto de control o de guardia, mientras que la Estructura I pudo haber sido un almacén o un lugar donde dormían los vigilantes. En este dormitorio apenas se recuperó un único objeto durante las excavaciones, el silbato hecho de hueso de vaca.

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Las falanges de ungulados han sido utilizadas frecuentemente por diversas culturas para crear adornos, componentes de juego, asas y figurillas. El hueso de Amarna, sin embargo, no encajaba en ninguna de las categorías anteriores, ya que carecía de las modificaciones, el desgaste por el uso y la tafonomía asociadas con estos usos.

Según explican en un artículo publicado en la revista International Journal of Osteoarchaeology, los arqueólogos recurrieron a la recreación experimental del artefacto utilizando falanges de ganado actual para revelar que el instrumento probablemente sirvió como un pito que producía un sonido especialmente fuerte que podía oírse a cierta distancia.

Vertical

Estatua de Akenatón 

Otras Fuentes

La hipótesis planteada por los investigadores, considerando el contexto del hallazgo, es que el silbato podría haber sido utilizado para señalar, advertir o llamar la atención del resto de la población de los asentamientos, quizás como aviso en caso de incursiones inesperadas o de actos delictivos.

Los especialistas de la Universidad de Cambridge son conscientes, sin embargo, que faltan pruebas directas de tales usos, básicamente porque gran parte de lo que sabemos actualmente sobre el Antiguo Egipto está relacionado con la realeza y la élite, lo que deja a los objetos más sencillos y cotidianos mucho menos estudiados.

'Paisajes sonoros' del Antiguo Egipto

“La investigación de los 'paisajes sonoros' en el antiguo Egipto es una línea de investigación muy novedosa. En la iconografía de tumbas podemos observar óstracas y otros instrumentos que se fabricaron y utilizaron de diversas formas. Varios de ellos incluso se han encontrado y se conservan en museos”, apunta Michelle Langley.

Lo que nunca se había encontrado hasta ahora eran silbatos, y tampoco se han visto imágenes del uso de dichas herramientas en pinturas, grabados... “Es posible que estos instrumentos más cotidianos no se consideraran lo suficientemente importantes como para incluirlos en las obras pictóricas”, añade la arqueóloga.

Restos de edificaciones de la antigua ciudad.

Restos de edificaciones de la antigua ciudad de Amarna 

Kurohito / CC BY-SA 3.0

Los yacimientos abiertos, como es el caso de esta zona de Tell el-Amarna, suelen estar peor conservados que los espacios cerrados como tumbas y cuevas. Incluso las termitas representan un problema para la preservación de la materia orgánica en Egipto, ya que los huesos suelen sufrir graves daños a causa de estos insectos.

“Las espectaculares tumbas y monumentos de la élite, su oro reluciente y sus artefactos enjoyados han atraído la atención de académicos y público por igual”, añade Langley, mientas que las herramientas “simples” sin decoración “pueden no parecer tan impresionantes, aunque revelan mucho sobre las personas que las fabricaron y usaron”.

Repertorio cultural cotidiano

El silbato de hueso de Amarna es un testimonio de la importancia del repertorio cultural cotidiano del antiguo Egipto. “Espero seguir estudiando cómo los antiguos egipcios usaban hueso, marfil y conchas para crear instrumentos y adornos, con el fin de aprender más sobre la vida de las personas sencillas a lo largo de los milenios”, concluye.

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