Como en la canción de Sisa, los convidados van llegando al palacio nacional de Montjuïc con sus colores y perfumes. Amaga lluvia pero el cielo aguanta. Muy puntuales los jefes: Jordi Juan, director de La Vanguardia, el vice Enric Sierra y el adjunto Miquel Molina. También, de la casa, los escritores Màrius Carol, Víctor Amela, Sergio Vila-Sanjuán y la periodista Mey Zamora. El novelista Juan Trejo llega resoplando, pues ha venido en metro y se ha chupado todas las escaleras hasta las alturas del mirador. ¿Estará emboscado entre los finalistas? “No, pero para otra ocasión me dejo tentar”.
También una servidora ha subido a pie, como la infantería y con zapato plano, de manera que cuando avista al alcalde, Jaume Collboni, está a punto de pedirle que arregle las escaleras mecánicas que llevan al MNAC. Pilar Eyre, con un vestidazo de Carolina Herrera de color verde esmeralda, apuesta por un chico como vencedor, aunque, dice, “Planeta logra siempre mantener el secreto y la sorpresa”. De rojo, con una gargantilla de perlas, Paloma Sánchez-Garnica, ganadora del certamen el año pasado, trae un talante muy distinto: “Pasé muchos nervios –nervios de los buenos, porque ya tenemos una edad–; pero hoy vengo disfrutona”. También de rojo escarlata, la vicepresidenta Yolanda Díaz, a quien le toca levantarse temprano para volar a Bruselas. Asisten asimismo el editor de La Vanguardia, Javier Godó; el presidente del Grupo Godó, Carlos Godó, y Ana Godó, directora de Libros de Vanguardia y Vanguardia Dossier.
Un atasco monumental retrasa en unos 45 minutos la tradicional velada planetaria
Se lleva el marrón chocolate entre las damas. Mucho glamur y taconazos. Entre las hornadas tempraneras, el presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu; los periodistas Lluís Foix y Antoni Bassas; la familia de joyeros Rabat; el director de la agencia literaria Balcells, Lluís Miquel Palomares, y la escritora Alicia Giménez Bartlett, con una kufiya palestina sobre los hombros, a modo de estola. Precisamente, abajo, en la ciudad, hay un tapón fenomenal en la Diagonal y en las calles adyacentes a la estación de Sants por la manifestación a favor de la causa palestina, un embudo que ha retrasado la llegada de los invitados, incluidos cuatro autocares con periodistas y escritores madrileños. Entre ellos, el planetario Javier Sierra, quien luce un pin muy oportuno en la solapa que dice “Failure is not an option” (el fracaso no es una opción): “Lo dijo el jefe de la misión Apollo 13 y me lo apropio”.
La vicepresidenta Yolanda Díaz, este miércoles por la noche, en la gala
Eso mismo sucede con la cena. Arranca con unos 45 minutos de retraso pero enseguida se caldea el ambiente con las quinielas y las viandas servidas por Semon: canelón de calabacín relleno de bogavante y tagliata de solomillo a baja temperatura.