Estos son los estrenos que llegan a las pantallas de cine este 17 de octubre:
Calificaciones
★★★★★ obra maestra
★★★★ muy buena
★★★ buena
★★ regular
★ mala
Caza de brujas (★★★✩✩)
Dirección: Luca Guadagnino
Intérpretes: Julia Roberts, Andrew Garfield, Ayo Edebiri
Producción: EE. UU. 2025. 139 m. Drama
Oscurece, que algo queda
Por Salvador Llopart
Me comentaba un colega en esto hablar de películas que, cuando no sabe qué pensar, o lo sabe, pero no quiere evidenciarlo, empieza a emborronar el asunto. Dice una cosa y su contraria; valora una razón y le da la vuelta, y así el asunto acaba por convertirse en un galimatías. A veces, incluso, un hermoso galimatías. Una sensación parecida le deja a uno Caza de brujas. Con todas sus virtudes, que las tiene, empezando por atmósfera conseguida y magníficas interpretaciones, especialmente la de Julia Roberts, el filme de Guadagnino acaba por ocultar más que por mostrar. Y les aseguro que la sensación es irritante.
El director de Call me by your name afronta aquí un drama de acusaciones e intrigas plagado de ambigüedades en un ambiente tan exquisito como es Yale. Una destacada profesora (Julia Roberts) de la universidad se enfrenta a la tesitura de creer, o no, a una estudiante (Ayo Edebiri), cuando esta acusa de violación a otro profesor (Andrew Garfield). Estamos frente a un asunto espinoso. La manipulación está a la vuelta de la esquina, la justicia se arriesga a convertirse en pura treta. O en mera venganza. Nada es evidente. Y nada es conclusivo. Guadagnino quiere ir más allá de la acusación. Le importa ante todo la reacción de los implicados.
Fotograma de la película
De hecho, la caza de brujas, si es que ha sido tal, tiene lugar muy al principio del filme. (Por eso el título original, “Después de la caza”, es más acertado). Como buen director, Guadagnino deja huecos en los acontecimientos por dónde se cuela la intriga. Aunque, en este caso, esos huecos se convierten por momentos en zurcidos sonrojantes. Especialmente cuando se suceden una serie de escenas inconexas y vanas, de esas que te dejan rascándote la cabeza. Escenas que se anulan las unas a las otras. Una prueba descubierta en un lavabo; la maravillosa y fría profesora interpretada por Julia Roberts - ¿les he dicho que es lo mejor del filme? - pillada en un robo tonto, y ese marido tan sabio que tiene como sentencioso: “guadagninadas” que acaban con la paciencia de cualquiera. Al final ya no sabes si el director se ríe del asunto o le tiene demasiado respeto como para decir nada consistente. Si ha seguido, en definitiva, la estrategia ocultadora de aquel colega del que hablaba al principio.
Un simple accidente (★★★★✩)
Dirección: Jafar Panahi
Intérpretes: Vahid Mobasseri, Ebrahim Azizi, Mariam Afshari
Producción: Irán-Francia, 2025 (105 minutos). Drama.
El irreductible Panahi
Por Jordi Batlle Caminal
Jafar Panahi empezó su filmografía filmando a una niña que quería un pez de color dorado (El globo blanco) y a otra niña que, con su supuesto brazo escayolado, rompía las barreras entre ficción y documental (El espejo). Tres décadas más tarde, es imposible ya concebir en Panahi un cine tan ligero y cálido, pues, como es bien sabido, su vida en estos años ha sido un calvario de prohibiciones, censura, cárcel y retención de pasaporte, que él ha combatido bravamente sin dejar en ningún momento de hacer cine, incluso desde la clandestinidad radical de un arresto domiciliario.
Este desafiante e irreductible Panahi, el de Esto no es una película, Taxi Teherán, Tres caras o Los osos no existen, cuenta ahora con un nuevo título, Un simple accidente, Palma de Oro en el festival de Cannes. Es su obra política más contundente, en la que formula un dilema moral próximo al de La muerte y la doncella: el encuentro fortuito entre víctima (en este caso cinco víctimas) y verdugo y el consecuente impulso de venganza. El que fuera verdugo, o torturador, es obviamente la encarnación del régimen iraní; las víctimas, que ahora pueden ejercer de verdugos, representan a los represaliados. El interior de una furgoneta y varios escenarios desérticos son los principales espacios en los que se desarrolla este relato tenso, áspero, crudo, por momentos asfixiante (el plano de varios minutos del secuestrado atado a un árbol y con los ojos vendados). Es particularmente brillante cómo pone en marcha Panahi su historia: una noche, una carretera oscura, un coche en el que viajan un padre (el torturador) con su mujer embarazada y su hija, el atropello de un perro, una avería y un taller en el que uno de los empleados (una víctima del pasado) cree reconocer a quien le hizo sufrir años atrás solo por la manera de andar (el sonido de una pierna ortopédica difícil de olvidar).
Pero es todavía más brillante la forma de acabarla: un plano final tan sencillo como estremecedor, memorable.
La vida de Chuck (★★★★✩)
Dirección: Mike Flanagan
Intérpretes: Tom Hiddleston, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan
Producción: EE. UU. 2024. 110 m. Fantasía
Apocalipsis cotidiano
Por S. Llopart
Ni apocalipsis de fuego ni apocalipsis helado. La vida de Chuck arranca como un apocalipsis mediocre, cotidiano, en el que todo se desmorona en pedazos, como parece a veces que se desmoronan los días. Habla de encontrar la propia música cuando impera el silencio, como si no hubiera esperanza, y entonces ponerse a bailar. Imaginativa y optimista recapitulación, la del propio Chuck (Tom Hiddleston) sobre su existencia, en esta lograda adaptación de un relato del habitualmente retorcido y, en este caso, emotivo, Stephen King.
Una imagen de la película
La cena (★★★★✩)
Dirección: Manuel Gómez Pereira
Intérpretes: Mario Casas, Alberto San Juan, Asier Etxeandia, Eva Ugarte, Antonio Resines.
Producción: España, 2025 (106 min)
Comedia
Cocinar para Franco
Por Philipp Engel
En tiempos de infantilización de la comedia española al servicio de la gran familia conservadora, bienvenido sea este simpático y desacomplejado vodevil, tan didáctico como necesario, tan ligero como grave, que logra dibujar una sonrisa en el semblante del sufrido respetable gracias a unos brillantes Mario Casas y Alberto San Juan, arropados por un reparto solvente, una puesta en escena aplicada y un buen sentido del ritmo. La pena es no sea una de Tarantino en la que Franco muere envenenado al final.
Los protagonistas de 'La cena'
Un cabo suelto (★★★✩✩)
Dirección: Daniel Hendler
Intérpretes: Sergio Prina, Pilar Gamboa, Alberto Wolf
Producción: Uruguay, 2024. 95 m. Comedia
La huida
Por S. Llopart
El sobreentendido y el juego están presentes desde el mismo título. Santiago (Sergio Prina), un cabo de la policía argentina cruza la frontera hacia Uruguay, huyendo de unos colegas díscolos. No necesitamos más para saber que Santiago es más que un cabo suelto: es un verso libre. Su azarosa huida, tranquila e imaginativa, deja tras de sí el rastro de una sonrisa perenne que remite directamente a Aki Kaurismäki. También a su melancolía. La película tiene agujeros como el queso, otro de los protagonistas del filme de Hendler.
Good Boy (★★★✩✩)
Dirección: Ben Leonberg
Intérpretes: Indy, Shane Jensen, Arielle Friedman.
Producción: Estados Unidos, 2025 (72 min)
Terror
Un can contra el maligno
Por P. Engel
Como Presence, de Soderbergh, estimulante experimento narrativo que adoptaba el punto de vista de un fantasma, pero con perro y al otro lado de la cámara, que sólo es subjetiva en momentos puntuales. Película minúscula en su planteamiento como en su sucinto metraje que, más allá de lo mono que pueda ser el valiente can, se ve más pensando en cómo está hecha que por lo que nos cuenta, que está entre poco y nada. Con un gatete como protagonista hubiese sido mucho mejor, aunque pasaría de salvar a su dueño.
La deuda (★★★✩✩)
Dirección: Daniel Guzmán
Intérpretes: Daniel Guzmán, Itziar Ituño, Susana Abaitua, Rosario García, Luis Tosar.
Producción: España, 2025 (115 min)
Thriller
En las calles de Madrid
Por P. Engel
Curioso y esforzado thriller social sobre el Madrid de los ancianos desahuciados que combina elementos de noir (la gran Mona Martinez, Luis Tosar en modo anuncio de cerveza), trazas de sentimentalismo (la entrañable y ya fallecida Rosario García) y una inverosímil trama de redención, que hace pensar en un “historias cruzadas” donde sólo se cruzan un par. La presencia de Susana Abaitua, talento en alza, sube puntos de esta película bienintencionada que no acabará pavimentando el infierno. Es más de purgatorio.


