Los domingos, dirigida por Alauda Ruiz de Azúa y ganadora de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, aterriza hoy en las salas de cine casi un mes después de su triunfo en el certamen donostiarra dispuesta a generar debate entre el público. Esa es la intención de la cineasta vasca con su segundo largometraje, una historia que plantea cómo la decisión de Ainara, una adolescente de 17 años que quiere hacerse monja de clausura, provoca un auténtico cisma en su familia. Especialmente en la relación con su tía Maite, una mujer atea que hará lo imposible para que la joven desista de su vocación. Es la única familiar que se opone de forma radical.
Un papel que Patricia López Arnaiz borda, como suele hacer en todas sus actuaciones, en su primera colaboración con la directora vasca. “Conocía el trabajo de Alauda, que me encanta, y nos habíamos cruzado en alguna gala. Por eso, cuando me llegó el guion no cabía de alegría y me tiré de cabeza”, reconoce la actriz en charla con este diario sobre una propuesta “que me sorprendió muchísimo por su temática compleja porque nunca me había parado a imaginar una vivencia así y lo que puede mover eso en los cimientos de una familia”.
Fotograma de 'Los domingos'
López Arnaiz, que el año pasado se hizo con la Concha de Plata por Los destellos, de Pilar Palomero, sostiene que a Ainara “le falta una figura materna, tiene un padre que está como desaparecido con sus proyectos y su nueva pareja, y a ella le ha tocado ejercer un papel de mucha responsabilidad con sus hermanas pequeñas”. Desde la visión de una tía, “me surgía un impulso muy protector por sentirla desamparada” y cree que el propio diseño del guion ya le empujaba a ello. “Maite se mete muchísimo en el tema, a su hermano incluso le parece entrometida”, dice la intérprete, que confiesa: “No sé cómo actuaría si tuviera que vivir un caso así”. Y remarca que le gustó especialmente “este retrato de familia, con diferentes puntos de vista y en el que hay mucho que no se dice, y de ver lo poderosos y lo frágiles que son esos vínculos”.
Admite que el personaje de Maite “me ha encendido mucho”. “Ella sabe que puede perder a su sobrina y solo quiere intentar agarrarla porque ve que desde un montón de sitios se aprovechan de su herida”. Maite siente que Ainara “debe tomarse sus tiempos, tiene que conocer otras cosas primero y luego decidir lo que quiere” y ve muy claro que la joven está siendo “manipulada” porque “tiene una especial vulnerabilidad”. Ainara, a quien da vida la extraordinaria debutante Blanca Soroa, es una chica estudiosa, y su decisión sorprende aún más, sobre todo en una época en la que, a priori, parece que el peso de lo religioso no es tan importante en la juventud. “Lo que muestra la película es una realidad -comenta la actriz de Vitoria- ya que en internet hay muchos testimonios de chavalas jóvenes que tienen una vocación religiosa”.
Ella sabe que puede perder a su sobrina y solo quiere intentar agarrarla porque ve que desde un montón de sitios se aprovechan de su herida
Para Maite los curas y las monjas “son una secta”, manifiesta con rabia. Ella es una mujer “racional” que ha acudido a colegios religiosos porque su familia lo es y se muestra “super escéptica” ante lo que le cuenta su sobrina “respecto a las intenciones de los adultos que están alrededor invitándola a esa vocación”. Es “atea total” y “no deja hueco a preguntas” como hace su pareja en la película (Juan Minujín) cuando le cuestiona a Ainara si oye realmente las palabras de Dios en su cabeza.
Blanca Soroa y Patricia López Arnaiz, sobrina y tía en 'Los domingos'
La actriz de 44 años, que este 2025 también estrena el thriller de ciencia ficción Singular, se ha especializado en mujeres de fuerte personalidad a lo largo de su carrera. “Me llegan así las propuestas, no es un tipo de personaje que busque”, explica entre risas. “En este caso le hemos dado a Maite un espacio para explotar, y es algo que no había tocado todavía dentro de este perfil de mujer de carácter”. Sin embargo, matiza: “Yo no juzgo nunca a mis personajes. Simplemente actúo creyendo en su manera de pensar”.

