Brendan Fraser fue un ídolo de Hollywood a principios del milenio gracias sobre todo a su papel de Rick O'Connell en la saga de La momia, una trilogía de aventuras en el Egipto de los años 20, que se convirtió en un éxito de taquilla. Fraser era guapo y atlético y el público le adoraba así que hizo unas cuantas películas más. Pero de repente desapareció de la gran pantalla. Una depresión y un considerable aumento de peso lo apartaron del cine.
El actor recuperó su estrella en 2022 gracias a Darren Aronofsky, que le dio el papel de Charlie en La ballena. Fraser se llevó el Oscar, y unos cuantos premios más, por su interpretación de un hombre torturado por su pasado, que padece obesidad mórbida y que trata de matarse comiendo sin límite. Fraser había vuelto al ruedo y enseguida tuvo un papel en la aplaudida Los asesinos de la luna (2023) de Martin Scorsese.
Ahora ya no hay quien lo pare. Fraser se ha ido a Japón para protagonizar Rental family, una comedia dramática dirigida por la japonesa Hikari, que quiere ser una reflexión sobre la soledad en los países desarrollados. “A partir de los años 80, en Japón surgieron empresas a través de las cuales se alquila a personas para que hagan la función de amigos o parientes”, ha explicado la realizadora.
En Rental family, Fraser es un actor estadounidense que lleva siete años viviendo en Tokio. Ha hecho algunas series y anuncios, pero pasa por un bache profesional. Así que acepta trabajar en una empresa de alquiler de personas. Se emplea en varios casos al mismo tiempo: como marido de una chica que solo puede escapar del hogar paterno a través del matrimonio; como padre de una niña, hija de madre soltera, que únicamente será aceptada en un colegio de élite si la presentan ambos progenitores, o como periodista que entrevista a un anciano cineasta caído en el olvido cuya familia quiere que reviva su antigua gloria.
La propuesta de Hikari no deja de ser simpática y, al mismo tiempo, Rental family, que ha pasado por el festival de Toronto y ayer se proyectó en el de Valladolid, permite sumergirse en una reflexión sobre la soledad de la vida moderna y sobre el dolor que puede causar el acatamiento de tradiciones tan ancestrales y arraigadas como las que imperan en la sociedad japonesa.
Una imagen de 'Subsuelo'
También ha pasado por la Seminci Subsuelo, un thriller dirigido por Fernando Franco y basado en una novela de Marcelo Luján, que no da respiro al espectador. Eva y Fabián son dos hermanos mellizos y adolescentes que están pasando unos días en su casa de veraneo con sus padres y una familia de amigos cuyo hijo, Javier, está prendado de Eva. Javier, Eva y Fabián cogen el coche una noche simplemente para ir a la gasolinera a comprar hielo. Pero sufren un accidente que desbarata sus vidas. Franco, que ganó un Goya por La herida en 2014, involucra al espectador en las trágicas consecuencias de ese choque automovilístico y ahonda también en las dificultades de las relaciones familiares.


