Mr Darcy: ¿Héroe romántico o cretino empedernido?

250 aniversario de Jane Austen

'Orgullo y prejuicio', la más famosa de las obras de Jane Austen, demuestra su buena salud con nuevas adaptaciones, en audio, de la mano de Audible; y en televisión, como producción de Netflix

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Keira Knightley y Matthew Macfadyen protagonizaron 'Orgullo y prejuicio' en 2005  

Universal Pictures

¿Qué debe tener una novela para que trascienda su época y pase a la eternidad? Esa seguramente sea la pregunta que todo autor se haga en un momento u otro de su carrera. Lo cierto es que son pocos los que logran traspasar la barrera del tiempo. Una de ellas es Jane Austen, quien este 2025 celebra el 250 aniversario de su nacimiento con todo tipo de actos por Reino Unido, siendo Chawton uno de los principales escenarios. Allí pasó los últimos años de su vida y escribió algunas de sus obras más célebres, entre ellas Orgullo y prejuicio.

En la residencia donde vivió, convertida ahora en casa museo, cuelgan en un tendedero algunos vestidos y camisones de época. La cama también permanece intacta, así como los muebles de la cocina, donde no es difícil imaginarse a la escritora pasando a limpio sus notas y definiendo al que convertirá en uno de los personajes más icónicos de la literatura: Fitzwilliam Darcy, más conocido como el señor Darcy, un apuesto joven de alta alcurnia que protagoniza una serie de encuentros y desencuentros amorosos con Elizabeth Bennet, perteneciente a una clase social más baja.

Son varios los actores que se han puesto en la piel de este Sir. Colin Firth, en la versión que hizo la BBC en 1995, y Matthew Macfadyen, en el filme dirigido por Joe Wright solo diez años más tarde, son los más famosos y reconocidos, tanto por el público como por la crítica. El último en unirse a este selecto club es Omar Ayuso, pero no en una versión cinematográfica, sino de audio. Y es que, desde el 16 de octubre, Audible ha añadido a su catálogo una nueva ficción sonora basada en el clásico y disponible en español, inglés, francés, alemán, italiano y portugués.

“Cuando me hicieron la propuesta, me dio cierto respeto pero, a la vez, me ayudó a ver otra cara del señor Darcy. Y es que el personaje, que en un primer momento se puede percibir como inexpresivo emocionalmente, pues, entre otras cosas, es parco en palabras, no es más que una víctima de la masculinidad del siglo XIX. Sin embargo, a la que lees la novela, es fácil empatizar con él”, confiesa el actor por teléfono a Guyana Guardian, bautizado ya por muchos como el Darcy de la generación Z.

Su compañera de aventuras es la actriz catalana Georgina Amorós, con quien ya compartió reparto en la serie Élite, y que ahora da voz a Elizabeth. “Las apariencias muchas veces engañan. Y eso ‘Lizzie’ lo empieza a comprender cuando ve cómo Darcy trata a sus sirvientes, pues se preocupa como nadie por ellos. En cambio, Wickham, que se crió con Darcy y que de apariencia es más cálido y encantador, acaba engañando a todos con sus mentiras y manipulaciones. Esto es más fácil de preveer en el formato audiovisual, o incluso en la novela, pues aparecen todo tipo de señales. Pero, en la ficción sonora, es importante saber jugar con la voz para que el oyente no se pierda detalle”. Desde los estudios de Londres,

Lizzie Dunford, directora de la Jane Austen's House, explica a este diario que uno de los motivos por los que a veces el personaje causa confusión, “especialmente entre quienes no han leído la obra o no en su totalidad”, es “por culpa de las versiones televisivas, pues muchas lo convierten en un cretino en vez de una persona tímida”. 

A ello, la escritora Espido Freire, que ha dedicado varias obras a Austen y que hace años que organiza viajes literarios que permiten conocerla mejor, añade: “En la novela, Darcy es más seco, incluso algo torpe; tarda en explicarse, no es el galán romántico que hoy asociamos con él. Los filmes han potenciado el costado melancólico y seductor. Lo vuelven más byroniano, incluso maleducado. Austen lo presenta como un hombre honorable pero reservado, no como el héroe romántico en el que ha devenido”.

En todo caso, Freire aclara que, por más que se haya podido poner en duda, especialmente entre las generaciones más jóvenes, la relación entre los protagonistas no es tóxica. “Puede que choque al lector moderno el primer rechazo de Elizabeth o el modo brusco en que Darcy se declara, pero la relación es, en el fondo, de mutuo aprendizaje: él deja de ser altivo y aprende humildad; ella deja de juzgar tan rápido y aprende a ver más allá de la primera impresión. No hay manipulación ni dependencia emocional: lo que hay es una evolución compartida, que es lo que hace que la historia sea tan satisfactoria”. 

La editora Blanca Pujals, a quien se debe agradecer que la obra de Austen esté en catalán, en Viena Edicions, es de su misma opinión. Si bien comprende el debate, invita a releer el clásico o a descubrirlo, quienes no lo hayan hecho ya. Lo cierto es que oportunidades habrá muchas. Además de esta nueva ficción sonora, Netflix ha anunciado que ha puesto en marcha una nueva versión, con Dolly Alderton como guionista y el actor escocés Jack Lowden en la piel del eterno y para unos pocos controvertido galán.

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