La poeta María Victoria Atencia (Málaga, 1931) ha sido galardonada con el premio Nacional de las Letras Españolas por “una creación poética que posee y recrea la esencia de la vida. En sus versos, la palabra se justifica a sí misma por su capacidad de trasmitir instantes de trascendencia emocionante, por una clara fe en el valor representativo y por la relevancia de su belleza”.
El jurado también ha señalado que su lírica “parece brotar de ‘manantial sereno’, atravesada por un verso limpio de traspasada pureza y por la búsqueda de una perfección sin ambages. En su poética, a modo de tapiz, cada puntada sirve de armazón para el conjunto global y para otorgar un significado que multiplica sus efectos estéticos”. Además, “en su trayectoria, de contundente calidad, Atencia va añadiendo nuevas miradas que otorgan mayor prestancia y profundidad a su lectura y la convierten en una voz imprescindible en sí misma, sin necesidad de pertenencia a generación canónica alguna, salvo la de su compromiso eterno como mujer creadora”.
El premio, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 50.000 euros y distingue el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual. La ganadora se une así a un palmarés que incluye escritores como Manuel Rivas (en la anterior edición), Cristina Fernández Cubas, Luis Landero, Rosa Montero, José María Merino Sánchez, Luis Mateo Díez, Francisca Aguirre o Bernardo Atxaga, entre otros.
María Victoria Atencia, a los mandos de una avioneta
Atencia está ligada a los poetas de la revista Caracola, y es una de las exponentes de la generación de los cincuenta y sus libros superan la veintena de obras literarias, con traducciones al francés, portugués, gallego, inglés, italiano, lituano, checo, búlgaro, rumano, polaco, sueco, árabe, hebreo, flamenco e incluso al latín. Académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y correspondiente de las de Cádiz, Córdoba, Sevilla y San Fernando, es también consejera del Centro Andaluz de las Letras y de la Fundación María Zambrano, y Honorary Associate de The Hispanic Society of America (Nueva York). Entre otros honores, cuenta con el premio Nacional de la Crítica 1997, el Luis de Góngora de las Letras Andaluzas 2000, el de la RAE en el 2012 y fue galardonada con el XXIII premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, siendo la cuarta mujer en conseguirlo y la primera española, en el en el 2014. En 1971 se sacó el título de aviación, y, aunque posteriormente renunció a ejercer como piloto, nunca abandonó su pasión por el vuelo y las alturas.


