Promocionar una película no es algo que entusiasme a Jennifer Lawrence. Hace un par de semanas, la actriz estadounidense reconocía a The New Yorker que para ella fue una tortura hablar con la prensa de joven y que ahora aún siente que pierde “mucho control sobre mi trabajo”. Durante el pasado festival de San Sebastián, donde la estrella de Hollywood recogió con solo 35 años el premio honorífico y presentó su último trabajo, Die my love, no se la vio especialmente relajada con los medios, pero cumplió con su cometido defendiendo a capa y espada su participación como actriz y productora de un drama que le atrapó nada más leerlo.
Y es que el filme, dirigido por la escocesa Lynne Ramsay, está basado en 'Matate, amor' (Anagrama), de la escritora argentina Ariana Harwicz, que bucea en una relación de pareja que se ama y se destruye en una espiral donde también confluyen el sexo, el deseo, la maternidad y la locura. Lawrence encarna a Grace, una mujer que se muda con su pareja (Robert Pattinson) a una vieja casa rural en Montana. En ese lugar aislado y, tras ser madre, va descendiendo a un infierno personal poblado de fantasmas, miedos y ansiedades.
Las madres ya no tenemos que fingir que criar a un hijo no es agotador”
La película se estrena este viernes en los cines españoles tras su paso por la sección oficial del festival de Cannes y cuenta en su reparto con la presencia de los veteranos Nick Nolte y Sissy Spacek. La actriz confiesa que conectó de una forma muy especial con su personaje, ya que durante el rodaje estaba embarazada de su segundo hijo -el primero, Cy, nació en 2022 fruto de su relación con el galerista Cooke Maroney-. “Ser madre realmente me llenó el corazón de una manera muy especial. Nunca pensé que podría sentir tanto amor, tanto miedo, tanto sacrificio personal”, manifiesta ante un grupo reducido de periodistas. “Y por eso creo que, para un actor que trabaja con las emociones, me dio muchísimo más material con el que trabajar. También creo que la experiencia de ser madre y de interpretar a una madre como ella, con el contraste entre lo que yo haría y lo que ella hace, fue interesante y divertida”.
Lawrence, al lado de Robert Pattinson, sostiene a su hijo en la ficción en un momento de la película
Cuando Harwicz publicó el libro en el 2012 afirmó que escribía para ir a contracorriente, una filosofía que Lawrence comparte en su profesión en el sentido de que “el arte desafía a la sociedad a rebelarse contra las normas, a cuestionar las cosas. Así que creo que desafiar el statu quo es parte intrínseca de ser artista”. En la película, donde abundan las escenas de sexo, la actriz se muestra totalmente desinhibida tanto física como emocionalmente: “Siento que ha habido como una relajación y más libertad a la hora de representar el sexo en la pantalla. Con una película como ésta, que trata tanto sobre la desconexión con su marido como su deseo de atención y afecto, la historia no podía existir sin mostrar toda esa parte intrínseca de su matrimonio”.
Como madre de dos hijos considera que la crianza es “extremadamente agotadora y un trabajo muy duro”, aunque observa que “recientemente, a las madres se las ha empezado a ver como lo que somos: seres humanos”. “El proceso del parto y el posparto tiene un impacto tan grande en el cuerpo y la mente que ya no tenemos que fingir que es fácil. Puedes decir 'lo estoy pasando mal' y nadie pensará que eres una mala madre”, declara.
El mundo creativo se está expandiendo y cada vez las mujeres tenemos más contenido y más trabajo
A la protagonista de la saga de Los juegos del hambre, habitar un personaje tan exigente físicamente le dejó “agotada” y no le costó decirle adiós después de un rodaje tan intenso. “No suelo llevar mi trabajo a casa. Me lo pasé genial haciendo la película. Estaba en el segundo trimestre de mi segundo embarazo, así que tenía esas hormonas que te hacen sentir bien, después de tres meses de náuseas diarias. Me sentía con más energía, pero al final estaba deseando llegar a casa y dormir en mi propia cama”.
Jennifer Lawrence encarna a Grace
Ensalza la labor de Ramsey detrás de la cámara, alabando la mirada femenina del proyecto: “Creo que desde que se les ha permitido a las mujeres tener voz y voto, se están abriendo más puertas. El mundo creativo se está expandiendo y cada vez tenemos más contenido y más trabajo”. Y apunta que Lynn Ramsey “se ha sentido atraída por algo bello, sexual y poderoso”. Desde que Die my love concurriese por la Palma de Oro de Cannes, no son pocas las voces que han aplaudido la entregada actuación de Lawrence -otros la han tildado de histriónica- y ven en ella una candidata firme para la temporada de premios. La intérprete, ganadora de un Oscar por El lado bueno de las cosas (2012), le resta importancia a su trabajo individual -pese a que admite que se siente “honrada”- para valorar el global del equipo del filme. “Estoy muy orgullosa de esta película, trabajamos muy duro y creo tanto en ella que eso realmente ayuda a avivar la llama que se necesita para hacer campaña, que es difícil”.
Lawrence, en la película
De su faceta como productora, en la que debutó en 2023 con el documental Bread & Roses, sobre la situación de las mujeres en Afganistán, dice que se inclina sobre todo por el contenido histórico. “Me interesa lo que están viviendo los estadounidenses ahora mismo... La única forma de vislumbrar el futuro, cuando uno tiene miedo y se pregunta qué va a pasar, cómo va a terminar todo esto, es fijarse en la historia. Así que, después de dar a luz a mi segundo hijo, me absorbí por completo en la obra de Sam Adams, y en un libro llamado El Revolucionario, de Stacey Schiff”. En la actualidad cuenta que está desarrollando una película sobre el Motín del Té de Boston, una protesta que tuvo lugar el 16 de diciembre de 1773 por colonos americanos en la que arrojaron al mar 342 cajas de té y que se considera un evento fundamental que llevó a la revolución estadounidense. “Es fascinante y alentador recordar de qué estamos hechos, qué es lo que realmente nos unió”, expresa.
Aproveché las oportunidades increíbles que tuve con 20 años y ahora, con 35, no me he de preocupar de construir una reputación
A su corta edad, parece que Lawrence, la actriz mejor pagada del mundo y una de las más reputadas de su generación, lo ha logrado todo en una carrera que despuntó en la piel de una adolescente asolada por la pobreza en Winter's bone (2010). “Bueno, me siento muy bendecida de haber trabajado muy duro cuando tenía 20 años. Tuve tantas oportunidades increíbles a esa edad que, la verdad, siento que ahora puedo disfrutar del proceso artístico. No me he de preocupar por construir una reputación e intentar crear una filmografía determinada y combinar ciertos proyectos, sobre todo porque tengo hijos y no quiero estar tanto tiempo fuera de casa”.
Jennifer Lawrence y Robert Pattinson, una pareja a la deriva en 'Die my love'
Preguntada por si cree que el movimiento Me Too realmente ha cambiado las cosas en Hollywood, declara rotunda: “Sin duda quedan muchos cambios por venir, muchos cambios que aún son necesarios. Todavía existe una brecha salarial significativa. Pero pienso que ese movimiento cambió el mundo. Había tantas cosas que la sociedad y las mujeres habían normalizado durante tanto tiempo... cosas que simplemente no son normales, especialmente en lo que respecta al trato básico y a cómo esperamos ser tratadas”.
Todo lo que dicen los famosos se usa como cebo para tener más clicks y puede ser una distracción muy fácil
Durante la rueda de prensa que ofreció en el certamen donostiarra, la protagonista de títulos como Madre! o Gorrión rojo aseguró que “la libertad de expresión está amenazada en EE.UU.”. Unos días antes, a su compatriota Angelina Jolie le costó hablar de la situación en su país y asumió que “vivimos tiempos tan serios que hay que tener cuidado con lo que se dice”. Al respecto, Lawrence opina: “Creo que es muy difícil y da miedo hablar de cualquier cosa, porque no solo a nivel personal sabes que alguien se va a molestar. Pero, más importante aún, creo que hay demasiada distracción sobre lo que sucede en el mundo, de los problemas de la vida real. Todo lo que dicen los famosos se usa como cebo para tener más clicks y puede ser una distracción muy fácil”.
Entre sus próximos proyectos figura llevar al cine, junto a su íntima amiga Emma Stone, a la cerdita Peggy de Los Teleñecos. Y no puede evitar alucinar con su primera colaboración a las órdenes de Martin Scorsese -a la postre coproductor de Die my love- en What happens at night, un thriller sobrenatural inspirado en la novela de Peter Cameron que la emparejará con Leonardo DiCaprio -con quién ya coincidió en No mires arriba (Adam McKay, 2021) y cuyo rodaje se iniciará en enero del 2026: “Decir que es un sueño hecho realidad se queda corto. Es increíble”. Y bromea: “Cada vez que mi equipo me habla de ese proyecto, ya sea para planificar o lo que sea, sigo diciendo 'lo creeré cuando esté en el set recibiendo una instrucción de Martin Scorsese'. Entonces tal vez lo crea. Siento que en algún momento despertaré y me dirán: “¡Qué idiota! ¿Cómo pudiste pensar que eso iba a pasar? Solo fue un sueño”.

