El noruego Dag Johan Haugerud (Oslo, 1964) se coronó con el Oso de Oro de la pasada edición de la Berlinale con Sueños en Oslo, el cierre de su trilogía Sex, love, dreams (Sexo, amor, sueños), que filmó en solo diez meses en 2024 y que profundiza en temas como la sexualidad, las relaciones y la identidad queer, desafiando el marco de las relaciones convencionales. Sex va sobre dos hombres heterosexuales cuyos sentimientos sobre sexualidad, género e identidad se ven repentinamente cuestionados de diferentes maneras. Amor en Oslo aborda la búsqueda de intimidad y amor de una mujer de cuarenta y tantos años que quiere probar el sexo casual en lugar de una relación monógama. Y Sueños en Oslo explora el deseo de Johanne, una adolescente enamorada en secreto de su nueva profesora de francés, llamada Johanna. Todo lo que siente por ella lo escribe con riguroso detalle en unas páginas que acaban leyendo su madre y su abuela, abriendo el debate sobre si publicarlas o no. La película llega este viernes a los cines españoles y está distribuida, igual que el resto de la trilogía, por Filmin.
¿Por qué era tan importante para usted hacer este tríptico y cómo fue la experiencia de rodarlo en diez meses?
Era importante porque quería hacer algo diferente, pensar a lo grande, tener más tiempo en pantalla para desarrollar la complejidad de un tema como la sexualidad. También quería trabajar con muchos actores distintos y ver qué pasaba con el equipo al trabajar juntos durante un periodo prolongado, con diferentes historias, estilos, actores, localizaciones y desafíos. La experiencia fue muy buena. Tiendo a olvidar las dificultades. Pero, sinceramente, no creo que fuera más difícil que en una producción normal, ni para mí ni para el equipo.
Después de tanto tiempo indagando en la sexualidad, ¿cómo ve la relación entre los noruegos y el sexo?
En general, no creo que la gente sufra muchos juicios sobre cómo quiere vivir su vida. Creo que los escandinavos son bastante abiertos de mente y liberales. Son países laicos, y creo que la mayoría de la gente se ha liberado de la culpa que les infligía la religión. Pero esta es una pregunta que debería responder alguien ajeno a la cultura. Es difícil analizar la propia cultura cuando se forma parte de ella.
La profesora ayuda a tejer a Johanne
El aspecto queer es el punto de unión entre las tres películas. ¿Por qué le interesó tanto?
Porque la mirada queer es una parte esencial de mi identidad e influirá en mi forma de escribir y dirigir. Pero no solo eso: también creo que una mirada queer es muy necesaria en el cine y la literatura, y no solo por parte de las personas homosexuales. No se trata de representación ni de centrarse en cuestiones minoritarias, sino de que la población heterosexual comprenda que una experiencia y una mirada queer pueden aportarles algo y serles útiles a la hora de cuestionar su forma de vida y buscar alternativas.
Con la protagonista, Ella Øverbye, ya trabajó en Cuidado con los niños (2019). ¿Siempre la tuvo en mente para el papel de Johanne?
Sí. Me gusta trabajar con actores con los que ya he trabajado. Es más seguro y es interesante ver si podemos evolucionar juntos. Cuando trabajas con alguien, se crea una relación y se genera confianza, y es una pena que esto termine después de un solo proyecto.
Johanne tiene una mentalidad caracterizada por la pureza, la inocencia y la claridad propia de la juventud
Interpreta a una joven bastante madura para su edad...
Escribí el guion pensando en ella y se basa en gran medida en cómo es, cómo piensa y cómo se expresa. Johanne está en plena transición de la niñez a la edad adulta. Por un lado, es muy infantil, pero también muy madura, y tiene una mentalidad caracterizada por la pureza, la inocencia y la claridad propia de la juventud.
Todo empieza con una novela romántica que impacta a Johanne. ¿Recuerda usted algún libro que le impresionara especialmente de adolescente?
No recuerdo que un libro me haya impactado. Leí La cama en llamas, de Faith NcNulty, y me perturbó la violencia extrema. Pero los libros con contenido sexual me resultaban más excitantes que impactantes.
La abuela y la madre de Johanne comentan lo que ha escrito
Johanne, su madre y su abuela tienen perspectivas diferentes sobre el amor y la sexualidad. ¿Qué quería destacar de estas tres generaciones?
Cada generación es una reacción a la anterior. La abuela representa el primer movimiento feminista de los 70, que también fue un movimiento de izquierda. La madre representa un feminismo más vinculado a la teoría feminista, más adaptado al capitalismo y mucho más vago en lo que respecta a la realpolitik o la política práctica. Johanne intenta encontrar un equilibrio entre ambas. Su rebeldía es, en realidad, una protesta contra la mentalidad de una sociedad digital que, en última instancia, socava su integridad personal.
Johanne cree que su abuela es más abierta de mente que su madre. Pero tras la primera reacción al leer lo que escribió, la madre parece ser más comprensiva, aunque teme que su hija haya sido víctima de abuso. Ve viable publicar un libro, y la abuela parece un poco celosa...
Sí, porque todos actuamos movidos por cierto grado de egoísmo. La abuela siente celos tanto del talento de Johanne como escritora como de su juventud. Ser joven, prometedora y estar a punto de explorar la sexualidad es una posición envidiable. Sobre todo cuando ya has pasado la época en que las oportunidades de experimentarlo son escasas. También podrías arrepentirte de no haber arriesgado más y de no haber escrito y actuado de otra manera. Pero su madre también actúa por interés propio; ve la posibilidad de enorgullecerse de tener una hija exitosa que ha publicado un libro.
La abuela siente celos tanto del talento de Johanne como escritora como de su juventud. Y su madre también actúa por interés propio
Cuando la madre y la maestra conversan en el café, la profesora le confiesa que se sintió agredida por cómo Johanne describía su cuerpo, pese a que nunca tuvieran una relación íntima. ¿Cómo creó esa escena?
Esta es la primera vez que conocemos a Johanna, la primera vez que la vemos presentarse. Para complejizar la imagen, tendría que mostrarse algo incoherente, lo cual es normal en una persona que se encuentra en una situación de presión y siente que debe defenderse. A través de Johanna, hemos llegado a creer que es una persona maravillosa, pero cuando finalmente la conocemos, esa no es necesariamente la impresión que nos llevamos. También diría que culpar a la otra parte por el abuso es un comportamiento muy común en un agresor o en una persona que teme haber actuado de forma inapropiada. Pero esto lo decide el público. Mi trabajo es solo mostrar las zonas grises.
Johanne está enamorada de su profesora
Una de las amigas de Johanne nota que algo le pasa y le recomienda un teléfono de ayuda psicológica. ¿Cree que es un síntoma de cómo los problemas de salud mental han aumentado en la población joven después de la pandemia?
Sin duda. Está relacionado con un estilo de vida digital donde la salud está tan comercializada como cualquier otra cosa y donde lo habitual es buscar soluciones y tratamientos a través de aplicaciones y páginas web.
La madre y la abuela discuten sobre Flashdance. ¿Qué opina usted de esa película?
Es una película entretenida con música y baile (aunque algunos bailes son bastante malos). También es un buen ejemplo de la reacción cultural contra el movimiento feminista que se produjo en los años 80.

