La producción de cine español hace tiempo que no deja de crecer. Si en 2020 eran 222 los largometrajes nacionales estrenados en salas, tras la pandemia se han superado los 300 títulos. Concretamente, en 2023 se contabilizaron 375 filmes y el año pasado, 342. Este año, las cifras del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) se sitúan sobre las trescientas obras. En este tiempo, las películas familiares han aportado más de un tercio de los ingresos anuales de la taquilla, con la saga Padre no hay más que uno, de Santiago Segura, a la cabeza.
Solo las cuatro películas de la comedia familiar han recaudado 56,2 millones de euros, a las que hay que sumar éxitos como Vacaciones de verano, también de Segura, y otras producciones de la factoría Bowfinger como A todo tren, La familia Benetón y La Navidad en sus manos. La quinta entrega ha vuelto a ser este 2025 la cinta española más vista en salas con poco más de dos millones de espectadores y cerca de 13,5 millones de euros recaudados.
La troupe de 'Padre no hay más que uno 5: Nido repleto'
Le siguen El cautivo, la ambiciosa película de Alejandro Amenábar sobre el cautiverio de Miguel de Cervantes, con 5,1 millones recaudados y 764.646 espectadores, y Wolfgang, de Javier Ruiz Caldera, con cerca de 4 millones de euros en taquilla. De cerca se sitúa La cena, la comedia de Manuel Gómez Pereira, que desde su estreno el pasado 17 de octubre lleva 3,4 millones y 566.915 espectadores. Otros títulos como Los domingos, de Alauda Ruiz de Azúa y ganadora de la Concha de Oro de San Sebastián, Sirât, de Oliver Laxe, premio del Jurado en Cannes y representante española de cara a los Oscar, o Romería, de Carla Simón, que también participó en el certamen francés, copan el top diez de la taquilla anual.
Detrás hay todo un listado de filmes, demasiados, que han pasado sin dejar huella por una cartelera saturada de estrenos -tanto nacionales como internacionales- cada semana. De hecho el viernes pasado aterrizaron siete películas españolas de un total de doce producciones. ¿Hay una sobreproducción de cine español? “La situación no afecta solo al cine español. El cine mundial produce más de lo que es capaz de absorber”, declara Jaume Ripoll, cofundador, director editorial y de desarrollo de Filmin, que apunta como factores de esta situación al “abaratamiento de los costes de rodaje y en la distribución de las películas y la posibilidad de llegar a un mercado global”.
La situación no afecta solo al cine español. El cine mundial produce más de lo que es capaz de absorber
Según Ripoll, director también del Atlántida Film Fest, “el debate pasa por conseguir más espectadores y mejores películas, que haya una singularidad en la mirada, recursos para la promoción y que no parezcan todas cortadas por el mismo molde”. Y plantea una serie de preguntas que considera que la industria se debe cuestionar: “¿Hay que hacer el cine excitante, relevante para qué tipo de espectador? ¿Hay que rodar menos películas con más presupuesto y animar a que las administraciones públicas otorguen menos ayudas a menos títulos o toca cambiar el sistema de incentivos fiscales que ha favorecido que los rodajes se hayan multiplicado?”.
El Consejo de Ministros autorizó el pasado julio la convocatoria de ayudas generales para la producción de largometrajes sobre proyecto de este 2025 por valor de 55 millones de euros. Entre las beneficiadas figuran las secuelas de El Casoplón -comedia familiar que se sitúa en sexta posición en el ranking de las más vistas este año- y Operación Camarón.
Julio Peña es Cervantes en 'El cautivo'
Ripoll opina que el momento actual es “muy complejo, insostenible pero puedo intuir que será sostenido. Lo que pasará es la precarización de los rodajes, no su desaparición”, augura. Cree que es básico que “se aliente a los creadores a tomar más riesgos y a ser capaces de hacer películas con los recursos necesarios porque si una película se rueda con un millón y medio y necesita tres, se nota... Y también hay gente que dirige y no haría falta”. Para el experto, la abundancia de títulos genera confusión, la confusión distancia y desinterés y es algo complicado de revertir”. Y señala como culpable de esa distancia en el cine de gran formato comercial y la pérdida de espectadores a la “infantilización” del tipo de películas que se hace hoy en día. Desde Filmin trabajan “apoyando a películas en las que creemos como Maspalomas, Estrany riu, La furia, Molt lluny, La furgo... Que tienen una mirada y capacidad para llegar al público. Precisamente, destaca que La furgo, de Eloy Calvo, “no fue un éxito en cines pero ha tenido una segunda vida en plataforma y es muy bonito”.
La abundancia de títulos genera confusión, la confusión distancia y desinterés y es algo complicado de revertir
Para Míriam Porté, fundadora de la productora Distinto films, “gracias a las estructuras de financiación y, en particular, a los incentivos y la flexibilidad que hay en las ayudas, así como a las plataformas, el número de producciones se ha incrementado sustancialmente respecto al pasado, pero es que hay más consumo, más demanda”, defiende. Reconoce que a la gente le cuesta ir al cine “porque lo tiene en casa” y hay que asumir que la asistencia a las salas es “una experiencia”.
La productora de Sorda, uno de los filmes más aclamados del año, sostiene que hay que partir de la base de que los productos audiovisuales no son solo para estrenarse en salas de cine convencionales, “tienen muchas ventanas de exhibición”. Y pone como ejemplo Una quinta portuguesa, “que funcionó bastante bien en cines -lleva acumulados 704.553 euros y 118.823 espectadores, según datos de Comscore- y luego tiene una vida larguísima e interesante en plataformas”. De esta forma, toca mirar la taquilla “con otros ojos” porque el recorrido de la película es diferente. Y, como producto cultural, nunca sobra”.
Álvaro Cervantes y Miriam Garlo en 'Sorda'
“Sí, hay un volumen alto de producción -considera- pero también hay que pensar que el prestigio internacional que tiene el cine español es espectacular”. “Aquí tenemos un complejo eterno de falta de autoestima y no lo vemos, pero a nivel mundial todos miran a España. Nuestra imagen fuera es muy buena”. Y puntualiza: “Si tenemos una industria fértil, que produce, es verdad que siempre habrá películas que dirás '¿esto por qué se ha hecho?', pero para tener después grandes filmes que viajan y ganan premios, desgraciadamente se tienen que hacer cosas que pasan más desapercibidas. Es una cuestión de ratio de éxito”.
Para tener grandes filmes que viajan y ganan premios, desgraciadamente se tienen que hacer cosas que pasan más desapercibidas
Toni Carrizosa, productor de la exitosa Casa en flames, reconoce que “sí que se producen muchas películas, muchas más que hace diez años y es una cifra objetiva”, pero incide en que “hay que distinguir muy bien entre la producción de la explotación en cines”. Para poder optar a las ayudas económicas, la ley del cine obliga a un estreno en salas, “y hay películas que no son las más indicadas para proyectarse en cines por el público al que están dirigidas, la temática o el género” y es algo “que tiene mucho que ver con la evolución que ha hecho el espectador”. “Los proyectos que funcionan son los dirigidos a un público infantil-familiar o sénior”, admite Carrizosa, quien aplaude la iniciativa, impulsada por el ministerio de Cultura, de los martes sénior con entradas a 2 euros para los mayores de 65 años. “Es una bonificación que lo está petando, es un super éxito” y recuerda que “Casa en flames hacía mejor taquilla los martes que el fin de semana. Una situación que también compartieron El mestre que va prometre el mar o El 47, que tienen un público principal adulto tirando a sénior, y es algo que pasa ahora con títulos como Los domingos o La cena”.
Alberto San Juan y Mario Casas en 'La cena'
Según datos del Anuario SGAE, cada español compró apenas 1,5 entradas en 2024. Pero nunca el público ha consumido tanto cine como ahora en casa. En palabras del productor catalán, para atraer más gente al cine toca llevar al espectador que no está acudiendo a las salas ahora mismo, y son los jóvenes”, por lo que ve necesario que haya ayudas a los menores de 25 años. “Es una iniciativa que tendría muchas virtudes porque además estarían concentrados durante la proyección, algo que no hacen en casa”, observa. Carrizosa justamente acaba de estrenar Ruido, una película sobre las batallas de freestyle destinada al público juvenil, y “es muy difícil que vaya la gente”. Cree que la cinta dirigida por Ingride Santos tendrá su público “pero la verán en una plataforma”. En Filmin aterriza el 26 de diciembre.
Para atraer más gente al cine toca llevar al espectador que no está acudiendo a las salas ahora mismo, y son los jóvenes
Como productor, confiesa que no toman siempre las decisiones “pensando en hacer la película más vista, hay una parte romántica de una historia que te atrapa y crees que debes explicar porque tiene unos valores, aunque luego no funcione tanto”. Y añade: “A veces, hay películas muy buenas que no lo petan y otras no tan buenas que sí lo hacen. No hay que obsesionarse solo con los resultados”. Normalmente hay una, dos o tres películas al año que son excepcionalmente buenas y cita el caso de Alcarràs o la reciente Los domingos. A corto plazo, los proyectos se le acumulan. Ha acabado hace poco el rodaje de A fuego, una película juvenil de baile; están grabando la segunda temporada de Casa Nostra, la sitcom de Dani de la Orden para TV3; un documental titulado La supervivent, dirigida por Kike Maíllo y, tras las fiestas navideñas, prepara el rodaje de El director, donde Dani de la Orden trasladará a la gran pantalla el libro escrito por David Jiménez sobre su experiencia como director del diario El Mundo.

