En las mejores exposiciones que tienen lugar en las galerías barcelonesas prevalece el acento francés. Está presente en el diálogo del belga Henri Michaux con la caribeña Hessie –rescatada de un cierto olvido–, que expone la galería Marc Domènech, y también en la selección de dibujos y grabados de Henri Matisse en la galería Joan Gaspar.
Otra muestra recomendable es DelicARTessen 25 , que la galería Esther Montoriol anuncia como la última edición de esta gran colectiva de arte actual, que ha sido una referencia en la ciudad durante el primer cuarto de siglo XXI. Reúne (del 9 de diciembre al 17 de enero de 2026) más de 400 obras de 95 artistas: pinturas, dibujos, fotografías, esculturas y vídeos. Tampoco hay que perderse la muestra de la santanderina Sara Huete en la galería Tasneem (hasta el 12 de diciembre), una selección de ensamblajes y collages, obras lúcidas y divertidas, a la altura de su ya extensa trayectoria, iniciada en 1997.
Ambos tienen una relación con la realidad más profunda que muchas obras con pretensiones realistas
Ya estamos acostumbrados a que Marc Domènech logre realizar con cierta frecuencia exposiciones dignas de un museo de arte contemporáneo. Esta vez es un diálogo de signos y ritmos que a mediados del siglo XX fueron precursores, experimentales, en la vanguardia de las expresiones plásticas de entonces. Existe un equívoco frecuente que consiste en asociar la abstracción con una cierta separación del mundo y de la experiencia real. En realidad, los dibujos abstractos de Michaux, y también los tejidos de Hessie, tienen una relación con la realidad y la experiencia humana más profunda y auténtica que muchas obras figurativas con pretensiones realistas. Y la diferencia, por supuesto, es ya abismal si comparamos un dibujo mescalínico o posmescalínico de Michaux con una obra de otros y otras artistas con vocación principalmente ideológica (con ideas sistemáticas, preconcebidas, como patrones de prêt-à-porter ) o con las imágenes de carácter publicitario que abundan tanto en la propia publicidad como en muchos otros espectáculos superficiales y en obras que se presentan como arte actual.
Igual que algunos monjes artistas vinculados al taoísmo y al budismo zen, igual que el demasiado precursor Victor Hugo –un artista de vanguardia antes de las vanguardias históricas, además de un excelente y lúcido escritor–, Michaux (1899-1984) se anticipó al movimiento catalogado como expresionismo abstracto –y así vendido desde los Estados Unidos a mediados del siglo XX–, pues ya en los años veinte pintaba signos, manchas y casi figuras cambiantes. Mucho antes que Mark Tobey y que Jackson Pollock. Su método era veloz, corporal. Sus expresiones traducían visiones o vislumbres con carácter de energía orgánica y mental. Hoy siguen siendo sugestivas, porque son verdaderas.
Por el contrario, Hessie (Carmen Lydia Djuric, 1933-2017) hacía de la lentitud un método y expresaba su liberación espiritual mediante elementos característicos de la identidad femenina y de su fomentada sumisión: agujas, hilos, tejidos. Componía así espacios con signos flotantes, escrituras como selvas y partituras de hilos entre el orden y el desorden. Al ver juntas las obras de ambos, descubrimos que son dos artistas tan distintos como parecidos. Representan dos modos de la apertura mental mediante una expresión obsesiva, personal, rítmica y proliferante, genuina y necesaria en ambos casos.
También es destacable la muestra de dibujos y grabados de Henri Matisse que presenta la galería Joan Gaspar, ahora dirigida por Núria Ridameya. La selección procede de la familia del artista, lo cual es un hecho excepcional no solo en nuestro país, sino incluso en Francia. Predominan los retratos, a menudo de personas queridas por el pintor. Si nos fijamos en dibujos como Étude de tête de femme au turban (1950) y en litografías como Grand visage (1929), La Pompadour (1951) y el retrato de su hija Marguerite III ((1945), podremos constatar la maestría de Matisse como dibujante capaz de expresar mediante unos pocos trazos la personalidad y alma de las personas retratadas.

