La revista digital The Art Newspaper ha revelado un episodio poco conocido de un atentado contra el arte ocurrido en 1968 en Londres. El 22 de marzo de aquel año, un hombre atacó la pintura Joven sentada al virginal de Johannes Vermeer. El aataque trascendió, pero mínimamente: ante las preguntas del Daily Telegraph, la National Gallery de Londres —donde reside el cuadro— minimizó el ataque: “la pérdida es mínima”.
Pero la National Gallery mentía. The Art Newspaper, en este año en el que se conmemora el 350 aniversario del fallecimiento del pintor flamenco, ha mostrado fotografías del ataque, que estuvo a centímetros de causar un daño irreparable a la pintura. El vándalo que la atacó trató de decapitar el lienzo, trazando un círculo en torno al rostro de la joven retratada. “Parece probable que se tratara de un intento de recortar la cabeza”, comunicó a los patronos del museo el entonces director, Martin Davies.
Imagen de cómo quedó el cuadro Joven sentada al virginal tras el ataque.
La secuencia de los hechos fue como sigue: el 22 de marzo de 1968, la sala abrió con normalidad, pero no recibió ningún visitante hasta las 11.15 h. A las 12.00 h, un segundo visitante fue testigo del daño causado a la obra, pero no dijo nada a nadie. Dio por supuesto que ya se había reportado.
Los patronos del museo optaron por ocultar el ataque para no “excitar” al asaltante o “llamar la atención” sobre el hecho
No fue hasta cerca de las 14.00 h cuando un visitante del museo alertó a los empleados. El Vermeer fue retirado rápidamente y trasladado al taller de conservación. Al no existir sistema de seguridad en vídeo, nada registró el ataque. Quién lo hizo y por qué es un misterio, como también lo es por qué dejó el lienzo a medio cortar ¿Quería llevarse el rostro de la joven y por algún motivo no completó el ataque? ¿O tal vez solo quería dañarlo?
De haber desaparecido el rostro de la joven, la catástrofe hubiera sido de grado mayor, porque la restauración hubiera resultado imposible. El museo reevaluó la custodia de las pinturas. Por la distribución de la sala en la que se exhibía Joven sentada al virginal, llena de recovecos, el vigilante solo podía ver una decena de las 25 pinturas expuestas.
El análisis de los daños concluyó que el asaltante usó probablemente una cuchilla de afeitar para causar el daño. Con esa intención, o por error, el atacante rasgó por la mitad el rostro de la joven. Una restauración de 1965 reforzó la tela posterior del lienzo, lo que probablemente dificultó la acción del vándalo.
¿Por qué la dimensión del ataque no se ha conocido hasta ahora? Según The Art Newspaper, el director Davies pidió a los patronos publicar la foto del daño, pero estos lo rechazaron. Pensaban que difundir el hecho “podría excitar a la persona que había cometido la atrocidad” o “volver a llamar la atención sobre el incidente”.
El vigilante de la sala donde se exhibía 'Joven sentada al virginal' solo podía ver una decena de las 25 pinturas expuestas
Veronica Wedgwood, historiadora y patrona de la National Gallery en 1968, opinó que la publicidad de la National Gallery realizada con la imagen de la obra —se pusieron carteles en 200 estaciones de metro y tren— estaba relacionada.
Sin imágenes y con una comunicado engañoso, el incidente quedó en segundo plano en la prensa y en el olvido entre las población general. Joven sentada al virginal fue restaurada y vuelta a exhibir el 11 de abril de 1968. Desde entonces, el cuadro está protegido por un panel de metacrilato.

