Una banda sonora, el objetivo de una pistola… Y una iconografía impecable. Si algo distingue a una película de James Bond son estos tres iconos. El responsable de los últimos en la etapa del Bond de Sean Connery y Roger Moore, Robert McGinnis, murió el pasado 10 de marzo a los 99 años de edad, según ha trascendido este sábado en la revista Variety. McGinnis, pintor, diseñador e ilustrador, falleció en Old Greenwich (Connecticut, EE.UU.) y deja entre su legado carteles inlovidables de la saga Bond: Solo se vive dos veces, Vive y deja morir, Diamantes para la eternidad u Operación Trueno, entre otros.
En una publicación en Legacy escrita por sus hijos Melinda y Kyle, recuerdan que McGinnis, nacido en 1926, estudió en la Universidad de Ohio State, donde jugó a fútbol americano, y se formó en la factoría Disney, antes de enrolarse en la Marina Mercante al término de la Segunda Guerra Mundial.
Además de entrar en la historia del cine como autor de la cartelería de la seria de 007, McGinnis trabajó como ilustrados en medios y editoriales. Colaboró con The Saturday Evening Post, National Geographic, Good Housekeeping, McCall's, Reader's Digest y Guideposts; hizo portadas de libros, retrató escenas del Far West e ilustró películas y discos.
El prestigio de McGinnis, cuyo primer cartel para el cine fue el de Desayuno con diamantes le llevó a ser el carterista de La pantera rosa, La extraña pareja, el icono pop Barbarella y, más recientemente la película de animación, Los Increíbles.