El protagonismo de los editores

LATIDOS

El epistolario entre Jorge Herralde y Hans Magnus Enzensberger prueba la rentabilidad cultural del archivo de Anagrama

Hans Magnuz Enzensberger (segundo por la izquierda) y Jorge Herralde (tercero), en una imagen de los años 70

Hans Magnus Enzensberger (segundo por la izquierda) y Jorge Herralde (tercero), en una imagen de los años 70 

ARCHIVO HERRALDE

En 1968 Jorge Herralde, que hacía sus primeros pinitos al frente de Anagrama, visitó a Carlos Barral, la gran leyenda de la edición barcelonesa. El barbado poeta se ofreció a pasarle algunos títulos que tenía comprometidos, porque su programa de publicaciones ya no daba abasto. 

Herralde eligió Detalles , un volumen de ensayos de Hans Magnus Enzensberger, que inauguró en 1969 la colección Argumentos. Se abría así la larga relación entre el entonces joven editor barcelonés y el ya célebre escritor que apuntaba como figura clave de las letras alemanas del último siglo.

En nuestro mundo cultural, en el último decenio, se había especulado bastante sobre el destino del nutrido archivo de la hoy histórica editorial Anagrama. ¿Iría a parar a un organismo público, y en ese caso, a cuál?

Finalmente la incógnita se ha despejado: el archivo se queda en casa, a cargo de la Fundación Feltrinelli/Anagrama (el grupo italiano es el actual propietario del sello barcelonés). Y con una rentabilidad cultural clara: tras la publicación, a cargo de Jordi Gracia, de Los papeles de Herralde, recogiendo amplio material documental, aparece ahora, abriendo una nueva colección, la Correspondencia 1971-2005 entre Herralde y Enzensberger, al que Anagrama ha publicado en este tiempo títulos como Elementos para una teoría de los medios de comunicación, El interrogatorio de La Habana, ¡Europa, Europa!, Perspectivas de la guerra civil, Mausoleo, Política y delito... Y que contó con el autor bávaro (1929-2022) durante varias convocatorias en el jurado de su premio de Ensayo.

⁄ "Finalmente se ha desmentido, contra todo pronóstico, la inmortalidad de Franco”, escribe Herralde el 21 de noviembre de 1975

Según Silvia Sesé, directora de Anagrama, el epistolario “es una buena muestra de la importancia que tienen los archivos de una editorial, ‘lo que el lector no ve’, las bambalinas de los libros, las negociaciones, los trabajos con el texto o con la promoción. También reconstruye de algún modo una época y su cultura”.

Enzensberger le escribía a Herralde en español, con italianismos (“no sembra el momento justo de celebrar premios”; “me auguro de poder participar”), y alguna misiva en inglés. El barcelonés esgrime su humor habitual, con notas ácidas: “Después del mes de suspense, finalmente se ha desmentido, contra todo pronóstico, la inmortalidad de Franco”, escribe el 21 de noviembre de 1975.

Y registra con realismo momentos difíciles, como la debacle de 1980, con “fuertes pérdidas de la distribuidora que tuvieron que ser financiadas por los editores asociados; derrumbe del libro político, con lo que una parte de mi catálogo ha quedado obsoleto; crisis económica general...”. Como se sabe, saldría de ella fortalecido.

Enzensberger no solo comenta las ediciones de sus obras: también hace recomendaciones que Herralde seguirá, como la de publicar El emperador de Kaspuscinski. El jefe de Anagrama le señala que en la Feria del Libro de Madrid compraron sus Migajas políticas Leopoldo Calvo Sotelo y Alfonso Guerra... Una y otra vez el editor transmite invitaciones a celebraciones y encuentros (“aquí se me considera algo así como el cónsul en España de Hans Magnus Enzensberger”). Y el autor le comunica en cierto momento su “adulterio editorial” con Siruela, que Herralde considera “una pizca doloroso”.

Cubierta de 'The editor', biografía de la editora de la casa Knopf Judith Jones

Cubierta de 'The editor', biografía de la editora de la casa Knopf Judith Jones

El epistolario de Herralde constituye un nuevo capítulo en su ya amplia bibliografía sobre temas editoriales. Aparece en una temporada generosa para interesados en estos temas. Se han publicado recientemente Publisher de Richard Charkin, exdirector de Oxford University Press, en Trama; L’éditeur présompteux de Sandro Ferri, editor italiano de Elena Ferrante, en Gallimard; The editor , la biografía de Judith Jones, mítica figura de la casa Alfred Knopf, a cargo de Sara B. Flanklin en Atria Books; y El somni més ambiciós. L’editorial Selecta i la recuperació dels lectors (Afers) de Mireia Sopena, de la que nos ocuparemos próximamente en este suplemento. 

En un momento de repunte de la industria del libro como el actual, el protagonismo del editor reaparece como tema en boga.

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