La sabiduría de la Grecia clásica

HISTORIA

Tres libros nos devuelven la pasión helenística, de las escrituras y guerras a la mitología revisada

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Detalle de la Acrópolis ateniense 

Mané Espinosa / Achivo

La base de nuestra cultura bebe de las fuentes de la Grecia clásica. Su conocimiento es inagotable y la lectura de sus clásicos constituye una forma de sabiduría perenne. Más allá de la influencia estética, el calado filosófico y mitológico griego es casi inabarcable. Ello hace que constantemente aparezcan libros sobre el idealismo platónico, los estoicos, los ritos de Eleusis, sus héroes y dioses o se reediten epopeyas universales como La Ilíada o La odisea. Lecturas que aprendimos como niños, héroes como Hércules, Ulises o Aquiles con los que crecimos. Páginas que acompañan una vida de quien se enamora de este mundo Mediterráneo del que muchos procedemos.

⁄ Más allá de la influencia estética, el calado filosófico y mitológico griego es casi inabarcable

Recientemente, se han publicado tres libros que nos hablan de las maravillas de la antigua Grecia. El primero de ellos, Los griegos (2024) de Roderik Beaton, es un profundo y detallado compendio de la historia de este pueblo, desde sus orígenes hasta la actualidad. Se entienden como griegos aquellos pueblos que siguen utilizando una de las pocas lenguas que puede jactarse de mantener una tradición escrita durante más de tres mil años. El esplendor de Grecia es esa civilización clásica que tuvo como epicentro la Atenas de Pericles, pero no hay que olvidar la ancestral cultura micénica o minoica, el tiempo de Alejandro Magno o aquel imperio bizantino con el griego como lengua oficial. Beaton, consumado helenista y catedrático del King’s College de Londres, lo narra como si hubiera estado presente. La pasión helenística se transmite en las más de cuatrocientas páginas del volumen. La historia se mezcla con apuntes culturales y filosóficos. Apuntes sobre las citadas epopeyas que fueron lo más parecido a las escrituras sagradas de los griegos. Aprendemos sobre Homero, Platón o poetas más modernos como Cavafis. Entendemos sobre formas de gobierno como las ciudades estado, la oligarquía, la tiranía o la democracia. Regresamos a lugares como el monte Parnaso, el oráculo de Delfos, Olimpia o la vieja Alejandría. También revivimos guerras contra los persas, internas o modernas contra el fascismo. De este libro resulta interesante conocer qué fue de los griegos en esos tiempos no contados, cuando dominaban los romanos o durante todos los siglos posteriores en los que dejaron ser centro de atención.

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Trabajos de restauración en la Acrópolis de Atenas 

Mané Espinosa / Archivo

⁄ En ‘Los griegos’, la historia se mezcla con la cultura y la filosofía y el relato de los ‘tiempos no contados’

Robin Lane Fox, otro de los grandes conocedores del mundo clásico y autor de numerosos libros como Héroes y viajeros (2009), presenta ahora en ­Homero y su Ilíada (2024) un estudio basado en el amor que siente por un texto que lleva leyendo más de sesenta años. En él, sabemos sobre el enigmático Homero del que algunos dudan que llegara a existir. Ubicamos las posibles ruinas actuales de Troya cerca de los Dardanelos. Parece que Homero viajó a Troya antes de escribir su obra o que inventara detalles como su famosa muralla. Como la mayoría de poetas de su tiempo al igual que lo fue lord Byron, un romántico enamorado de la mitología griega que luchó en su guerra de independencia. Sin duda, este es un libro para conocedores de La Ilíada. Sin conocer bien el texto no se disfrutan la infinidad de detalles que aporta Lane Fox. Una de sus mejores partes son las señas heroicas. Héctor, Aquiles, Ajax, Odiseo, demuestran que el del heroísmo no es un camino fácil ni rápido.

De un modo más amable y generalista, Elena Almirall en Entrar en el Olimpo (Kairós) nos propone un viaje arquetípico a partir de la mitología griega. Dado que vivimos en una sociedad del fabular y el confabular, ir a las fuentes clásicas aporta buenas dosis de inspiración. Desde siempre el árbol mitológico ha construido el eterno culebrón de nuestro devenir. Releer las doce pruebas de Heracles, el héroe que se enfrenta a la hidra de Lerna, ese monstruo acuático de múltiples cabezas, o pensar que Pandora no fue una femme fatale, sino la guía hacia un camino de crecimiento personal, resulta interesante. Volver a saber de Prometeo, quien como al Gólem de la mitología hebrea nos forjó a partir del barro, o recuperar la historia de amor entre Ulises y Penélope, son bienes culturales de la humanidad que no deberían perderse.

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Ilustración de 'La Iliada' de Homero 

Archivo

⁄ En ‘Homero y su Ilíada’ sabemos sobre el enigmático autor griego del que algunos dudan que llegara a existir

Por fortuna en los últimos años van saliendo libros que recuperan esa mitología que tan bien contaron autores clásicos como Robert Graves o Pierre Grimal. Elena Almirall, doctora en historia y apasionada del arte y la mitología no lo cuenta tan bien como Stephen Fry en sus Mythos (2019) o Héroes (2021), pero acierta en mirar de reinterpretar algunos mitos. En especial los femeninos, como las sirenas, las musas, la esfinge o la maga Circe, a las que se les confiere una mirada menos misógina y claramente favorable.

Corren tiempos de justa reinterpretación femenina, algo que ya empezó hace tiempo con la obra de Marija Gimbutas (El lenguaje de la diosa, 1996) o Margaret Murray (El dios de los brujos, 1931), Victoria Cirlot (Ariadna abandonada, 2021) o Erika de Bornay (Las hijas de Lilith, 2020). Cada uno de los dieciocho capítulos se cierra con una serie de aprendizajes prácticos para entrar en el Olimpo. Muchos de ellos ahondan en temas de crecimiento personal ya sabidos como integrar la sombra, las polaridades, descubrir nuestro animal oculto en el inconsciente o recuperar la dimensión espiritual. Lo hace a partir de mitos como el de Pandora, Circe o Prometeo. Son simples lecciones que nos recuerdan cuánto podemos aprender de los mitos.

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Recreación del Caballo de Troya en el museo cerca de las ruinas de esta ciudad en Turquía 

Archivo

⁄ ‘Entrar en el Olimpo’ reinterpreta algunos mitos femeninos a los que confiere una mirada menos misógina

Como recuerda el gran mitólogo norteamericano Joseph Campbell (El héroe de las mil caras, 1949) “el camino es conocido, sólo hay que seguir la huella del héroe y donde pensamos encontrar un monstruo, encontraremos un dios, donde pensamos matar al otro, nos mataremos a nosotros mismos, donde habíamos pensado viajar al exterior, llegaremos al centro de nuestra existencia y donde creíamos estar solos, estaremos con todo el mundo.”

Todos en la vida tenemos llamadas de la aventura, voluntad de cambio, guardianes del umbral como la esfinge que debemos sortear o pruebas de fuego como apaciguar nuestra vanidad y ambición para no arder como Ícaro. La sabiduría de los mitos es tan inabarcable como necesaria. Como establece la psicología jungiana, detrás de cada mito y arquetipo se esconde un patrón de personalidad, un modelo de comportamiento humano psicológico. Esa es una de las grandezas de estas historias primigenias que sirvieron para narrar los misterios que nos rodean. Mientras tanto, la cosmogonía griega parece inagotable.

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