Una saga familiar del norte, y otra del sur

NARRATIVA

 Las novelas del islandés Pedro Gunnlaugur Garcia y la italiana Aurora Tamigio plasman vivencias contrastadas: una silenciosa e introspectiva, otra sonora y de puertas afuera

El escritor islandés Pedro Gunnlaugur Garcia y la autora italiana Aurora Tamigio

El escritor islandés Pedro Gunnlaugur Garcia y la autora italiana Aurora Tamigio

Escenarios italianos

¿Existe una forma de narrar a la italiana? La cuestión surge a propósito del debut literario de Aurora Tamigio, autora de El apellido de las mujeres, galardonada, entre otras distinciones, con el Premio Bancarella 2024 otorgado por los libreros italianos. Este libro proporciona unas horas de entretenida y amena lectura. Está narrado con agilidad y destreza y puede ser una buena opción para acompañar un largo trayecto o unas vacaciones.

En las más de cuatrocientas páginas de la novela resuena una forma de contar que tiene ecos, escenarios –sea Nápoles, Turín o Sicilia- y unos años –desde la Segunda Guerra Mundial en adelante- propios de grandes autoras como Natalia Ginzburg y su Léxico familiar –también de su nieta Lisa- o de la veterana Dacia Maraini –los temas de los relatos de Amor robado se replican en estas páginas-; la saga firmada por Elena Ferrante o novelas más recientes como la de Donatella di Pietrantonio. La elegante película de Paola Cortellesi, Siempre nos quedará mañana (2023), plasma en imágenes de qué tipo de historias y personajes estamos hablando: cotidianidad y relaciones de una vida en un enclave de Italia. Hay una atmosfera que envuelve estas creaciones.

Palermo, Italia

Palermo, Italia

Andreas_Zerndl / Getty

Tamigio (Palermo, 1988), directora de la revista Silenzio in Sala y guionista, nos sitúa en una zona montañosa de Sicilia –San Remo a Castellazzo- donde conoceremos el origen de la saga Quaranta –más tarde Maraviglia- a través de las mujeres que la conforman. Rosa es una joven oprimida por el maltrato del padre que deja atrás la casa familiar e inicia a los dieciséis años una nueva vida cuando se va con Sebastiano. Formarán una familia que no estará junta mucho tiempo. El no regresará tras ser reclutado para la guerra. Ella, que de joven conoció remedios de una curandera, regentará un mesón con el que sostener a sus tres hijos: Fernando, Donato -entrará en el seminario-, y Selma. Solo esta última tendrá descendencia tras casarse con un hombre vividor y holgazán. De su enlace nacerán tres niñas: Patrizia, Lavinia y Mariella.

Del campo pasarán a Palermo. Rosa, Selma y sus hijas tejen los hilos de esta historia –también comparte el tono del exitoso El tiempo entre costuras de María Dueñas- donde los hombres son comparsas necesarias. A la nefasta figura de Santi Maraviglia se suman otras más entrañables como la de Peppino, los tíos, Cossimo o Luciano. La fuerza de la matriarca –la mamaranna - impregna a las féminas de la estirpe en mayor o menor grado. Sus formas de hacer, decir o afrontar las situaciones son una inspiración para todas ellas. Rosa hablará constantemente con una fotografía del marido dolorosamente ausente y su nieta pequeña practicará ciertos rituales mágicos para invocar un maleficio.

Este volumen recorre todo un siglo. El texto está jalonado de pequeñas referencias al contexto histórico. Son solo gotas -la guerra, la electricidad y los electrodomésticos, la llegada a la luna, el secuestro de Aldo Moro, el mundial de fútbol del 82 o la mención de películas o canciones del momento- en el mar de la historia, que avanza con el crecimientos de las hijas. Cada capítulo está centrado en una de las mujeres de la familia pero entre todos se completa el friso del clan.

⁄A las hermanas Maraviglia la vida en Sicilia les da una de cal y otra de arena, y endurecen su carácter

Como toda buena novela de entretenimiento en estas páginas no paran de pasar cosas, y a las mujeres la vida en Sicilia –con su gastronomía, dialecto y creencias- les da una de cal y otra de arena. Las tres hermanas Maraviglia irán endureciendo sus caracteres mientras sobreviven al machismo y al infortunio. Sin duda –del título al enfoque de la estructura- la autora ha querido dar voz a las mujeres, pero la trama no funcionaría sin las figuras masculinas. Aunque se vean las costuras típicas de este tipo de narraciones, la novela tiene gancho y se lee con ganas.

Impulsos islandeses

Pedro Gunnlaugur Garcia (Lisboa, 1983) publica su segunda novela que viene avalada por el Premio de Literatura de Islandia 2022. De madre islandesa y padre portugués, creció y estudió en el país nórdico. Pulmones es un fresco multigeneracional que bebe de la mezcla de culturas. Arranca en Toscana en tiempos de la Primera Guerra Mundial y acaba en Reikiavik en la actualidad tras pasar por Canadá. La introspección, la soledad y el desamor impregnan las historias de esta saga. El mundo onírico –el sexo omnipresente- y los elementos mágicos –un gallo de dimensiones gigantescas o unas mujeres voladoras- aligeran el peso de un texto marcado por la ruptura y el desencanto.

Utiliza el autor un recurso habitual:la lectura de un manuscrito que cuenta el grueso de la historia. Jóhanna es una mujer separada que comparte con su ex marido la custodia de su hija Ella. Trabaja en un proyecto de realidad virtual y la relación con su padre está marcada por la frialdad y la distancia –la madre vive presa de la ansiedad-. Tenía un hermano, Elías, con una enfermedad degenerativa que murió joven y de forma trágica.

El cañón de basalto Studlagil, en Islandia

El cañón de basalto Studlagil, en Islandia

Getty Images

La hija empieza a leer las páginas que el padre redactó y que ella tenía relegadas en una caja. En ese texto, el progenitor deja constancia de sus orígenes y desvela un secreto –vuelve la pregunta tantas veces planteada de cómo se transmiten las heridas familiares- cuya revelación puede arrojar luz al presente y propiciar el entendimiento. Este es un libro rico y prolijo en historias, en personajes que parecen encapsulados en una burbuja de silencio e introspección. Gunnlaugur Garcia cultiva la fabulación y ahonda en la psique de sus personajes.

Arranca la saga familiar en Italia donde Enzo, Federico y Anthony sortean en diferentes momentos el reclutamiento a la guerra atiborrándose de aceitunas. La artimaña dejará de funcionar en el último, que desertará y malvivirá en las calles de Toronto donde curiosamente se relacionará con Thao, de origen vietnamita –a ese país debería haber ido-. Su hija Sara, emparejada con el islandés Páll y padres de Alex, protagonizarán el grueso de la novela, junto con Anna –relación de Páll cuando se separa-. Estos nombres y muchos más de parientes y amigos –convenientemente señalados por al autor en páginas que recogen la genealogía a medida que aumenta la estirpe- y sus relatos nos explican cuán difícil es tirar adelante en la vida cuando la precariedad, las enfermedades mentales y la adicción se apoderan de uno. Esta novela está abundantemente regada en alcohol, escape a la opresión, a la oscuridad y al ambiente gélido de unos parajes cubiertos por la nieve.

⁄ Gunnlaugur plasma de forma cruda realidad y sueño, los impulsos y la cara menos amable del individuo

El escritor islandés plasma de forma cruda realidad y sueño. Los impulsos –sexuales, violentos…- y la cara menos amable del individuo se reflejan en las actuaciones de los seres que habitan esta novela, faltos de rumbo y paralizados. También justos de aire para respirar. El título tiene, como todo el libro, un referente real y otro metafórico. El trabajo de Jóhanna parece ser una vía para “controlar” un mundo que va a la deriva y plantea interrogantes sobre cómo vivir en un futuro –ya presente- donde la tecnología crea realidades alternativas. Afortunadamente para quien lee el final brinda un mensaje esperanzador.

Aurora Tamigio El apellido de las mujeres Trad. de I.González-Gallarza Seix Barral 432 páginas 21,90€

Pedro Gunnlaugur Garcia Pulmones Trad. de R. García Pérez AdN 416 páginas. 20,95 euros

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