La nueva Cécile

ANTIVIRALES

La actualidad cultural deja detalles que nunca se contagiarán en las redes, compartirlos mejora la conversación

La nueva Cécile

La nueva versión de 'Buenos días, tristeza' 

Filmaffinity

El de Cécile en Bonjour, tristesse es un papel un tanto envenenado. Cuando lo interpretó Jean Seberg en la adaptación que Otto Preminger hizo de la novela de Françoise Sagan en 1958, los críticos estadounidenses la machacaron. Y ni siquiera era nuevo. Apenas un año antes, el director alemán había dado a Sagan el papel de Juana de Arco en La pasión de Juana de Arco, tras seleccionarla de entre de miles de candidatas, y allí ya habían atacado a la actriz por acartonada y artificial. Europa, o, mejor dicho, Francia, tenía otras ideas. François Truffaut quedó cautivado con la “malicia masculina” de Seberg haciendo de Cécile y escribió en Cahiers du Cinéma: “Cada uno de sus movimientos está lleno de gracia, cada mirada es precisa. La forma de su cabeza, su silueta, su forma de caminar…todo es perfecto. Este tipo de sex appeal no se ha visto en pantalla”. A Godard también le gustó tanto que le dio el papel de Patricia en Al final de la escapada. Hay una nueva versión de Buenos días, tristeza, que se estrenará en el festival Atlántida de Mallorca a finales de este mes, y de nuevo su protagonista es una actriz casi debutante, Lily McInerny, que es hija del novelista Jay McInerney (por el camino se ha dejado una e), miembro fundador del Brat Pack literario de los ochenta y autor de novelas como Luces de neón. La directora de la nueva versión también es nueva en el cine. Durga Chew-Bose era conocida hasta ahora como autora de ensayos breves y editora y conocía a McInerny porque le había hecho de canguro cuando era niña.

Ramon Casas:

Ramon Casas: 'La joven decadente (después del baile)', 1899 

Museu de Montserrat

LAS HASTIADAS CHICAS DE RAMON CASAS

Con títulos como Pereza o Cansada, no es nada extraño que los retratos de mujeres de Ramon Casas lleven una década viviendo una especial popularidad que las ha convertido en carne de memes y favoritos de redes. Narcotizadas por la vida o simplemente hartas, las lánguidas de Ramon Casas hablan en el mismo dialecto que las chicas que hoy leen a Ottessa Moshfegh y escuchan a Mitski. Sobre todo, uno de sus cuadros, titulado La joven decadente (después del baile) es especialmente popular en redes. El original, de 1899, se puede ver en el Museu de Montserrat. La joven retratada, que se hunde en un sofá tras su noche de fiesta, como pensando en lo sucedido, luce un moño revuelto después de tanto trajín y agarra aún en la mano su carnet de baile, que se puede confundir con un libro. Se sabe que la retratada es Madeleine de Boisguillaume, una modelo parisina que bailaba en el Moulin de la Galette y posaba como modelo para muchos pintores. El cuadro aparece en la cubierta de la edición estadounidense de la novela Disappoint me, de Nicola Dinan, que narra la compleja historia de atracción entre una mujer trans y un hombre de entorno tradicional y corporativo en un Londres de cenas de 300 libras. Rachel Ake, la diseñadora de la cubierta explicó al New York Times en un artículo sobre la tendencia a usar retratos del XIX en las portadas de las novelas hipercontemporáneas que pasó bastante tiempo revisando catálogos para encontrar a la mujer decepcionada que buscaba hasta que la halló en Montserrat.

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UNA VIDA COMO TANTAS

Letizia Storti trabajó durante años en como obrera en la farmacéutica UPSA, la empresa que produce el Eferalgán y la aspirina con vitamina C, fue enlace sindical y miembro del comité de empresa. En junio del 2022 se esfumó de la clínica en la que estaba ingresada y la prensa local de Marsella escribió este titular: “Desaparición inquietante de una mujer de cincuenta y seis años”. La escritora Anne Plantagenet, que había conocido a Storti cuando asistió al rodaje y al estreno de la película En guerra, de su amigo Stéphane Brizé, mantenía cierto contacto con ella, y quiso saber más sobre esta mujer, hija de migrantes italianos, que empezó a trabajar en una fábrica con 18 años, madre separada con un hijo, sindicalista combativa, actriz ocasional que llegó a asistir a la alfombra roja del festival de Cannes, cuando se estrenó allí la película de Brizé. En un libro breve que se titula igual que el titular de periódico, Desaparición inquietante de una mujer de cincuenta y seis años (Alba), Plantagenet construye un anti thriller (¿adónde fue Letizia?) y un retrato digno de una vida como tantas, que es lo mismo que decir como ninguna.

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El yagán 

Archivo

DISEÑO A LA CHILENA

Todo el mundo conoce el Trabi, el coche del pueblo que se convirtió en emblema de la RDA, pero menos gente sabe lo que es el Yagán, el automóvil que estaba llamado a ser un elemento clave de la revolución chilena. Se lo encargó el ministro de Economía de Allende, Pedro Vuskovic, a Citröen y era una modificación del jeep que la misma empresa había diseñado para el transporte público de Vietnam. Hubo muchos otros hitos del diseño chileno en esos tres breves años en los que pareció que todo era posible, como el televisor Antú, un aparato de bajísimo coste y once pulgadas, o los muebles infantiles que se distribuyeron por las nuevas guarderías públicas, creados por el mismo equipo que diseñó el moderno centro de cibernética de Santiago, la sala de operaciones del proyecto Cybersyn que tanto recuerda al retrofuturismo del cine de los sesenta. Todo eso se puede ver en la exposición Cómo diseñar una revolución: la vía chilena en el DHUB, una muestra que se pudo ver en Chile hace dos años, cuando se cumplieron 50 del golpe de estado de Pinochet.

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