La escena del hip-hop mainstream español de los últimos años tiene en el malagueño Daniel Martínez de la Ossa, conocido simplemente como Delaossa, a uno de sus exponentes más interesantes, especialmente por el equilibrio que siempre ha sabido jugar entre autenticidad y modas, personalidad y popularidad. Delaossa viene del old school y ha basado su propuesta en un arraigo profundo con su barrio de El Palo y una narrativa directa, pero poética, huyendo de los lugares comunes macarras que suelen proliferar en el género.
Con estas bases, tocaba dar un salto y el malagueño se ha tomado su tiempo, nada menos que cuatro años, para madurar un disco que le aúpe definitivamente en el panorama. El fruto de estos años de trabajo ha sido La Madrugá, su segundo larga duración, lanzado el pasado marzo, tras aquel prepandémico Un perro andaluz que le dio el primer espaldarazo. Tampoco es que estuviera del todo ausente: entre el 2020 y el 2023 ya sacó tres EP y unos cuantos sencillos —por ejemplo, Me has dejado, con Nicki Nicole— para ganar en notoriedad y dar pistas de su evolución. Pero lo de La Madrugá es otra cosa.
Los temas con Nicki Nicole, Quevedo o Andrés Calamaro han ayudado a catapultar su álbum de consolidación
Delaossa abandona por completo la frivolidad y opta por abrirse en canal para exponer su historia sin ocultar asuntos turbios como las adicciones, sus relaciones familiares o el dolor por la muerte de su madre. Lo de “su álbum más sincero” en este caso no es ninguna frase hecha. Para ello, se apoya en Bigla The Kid, uno de los productores de moda, para construir una amplia paleta de colores y texturas, en la que caben instrumentos orgánicos, multiplicidad de géneros y todo tipo de artificios cuidadamente seleccionados. Tampoco hay que engañarse: el álbum tiene una clara vocación comercial, y ahí están las colaboraciones mediáticas tales como la mencionada Nicki Nicole, Recycled J, Pepe y Vizio, Cruz Cafuné, Andrés Calamaro o Quevedo para corroborarlo.
Sea por su apertura emocional o por su tono de pop melódico, el disco ha convencido al público, como demuestran las millones de escuchas y reproducciones en plataformas, en especial el muy radiado Still Luvin junto al popular rapero canario. Las cifras auguran una gira igualmente exitosa y la primera parada será precisamente mañana en el Sant Jordi Club de Barcelona. Además de la música, el principal aliciente del concierto es ver in situ el proceso de madurez y consolidación de un artista que, muy probablemente, seguirá creciendo en los próximos años.

