“Cuidadme mucho a Ashley, que es el cámara más guapo que tenemos”, ruega a Guayana Guardian el infatigable Jordi Hurtado en el plató del programa Saber y ganar , en un descanso de la grabación. Ashley, nombre unisex que su madre le puso por el personaje que interpretaba Leslie Howard en Lo que el viento se llevó , es Ashley Pla Capó (Dénia, 1974), seguramente el cámara más todo terreno que hay en la plantilla de la televisión pública española.
Y Ashley, tímido y discreto, de ese tipo de personas que pasan sin hacer ruido, quisiera fundirse detrás de la cámara.
Enriquecimiento
“El ritmo acelerado ‘graba-envía-graba’ me hace ganar en agilidad para resolver situaciones”
–Nunca doy entrevistas. No sé si sabré estar a la altura... Ya me irás guiando –se encoge el alicantino antes de arrancar.
No hizo falta, porque Ashley se guía solo, como lo ha hecho durante sus 24 años en TVE como operador de cámara de lo más variopinto –de concursos, programas-espectáculo, de los Sanfermines, de retransmisiones de tenis en el Godó, de fútbol, en los Juegos Olímpicos...–, pero sobre todo en las 16 ediciones en las que ha trabajado en el rally más duro del mundo.
Pasaporte al Dakar
Ashley Pla
· Sant Cugat del Vallès
· 50 años
· Casado, dos hijos
· Reportero y cámara TVE
· Cámara, enviado especial de TVE
· 17.º Dakar
Todo empezó en diciembre del 2006, cuando un jefe, sabiendo de su buena predisposición para el trabajo en cualquier circunstancia –“mi principal activo”, asegura– le propuso embarcarse en el que sería el último Dakar africano, el del 2007.
–No me lo pensé ni un momento, ni lo consulté a mi mujer, Yolanda. Dije que sí. “Ya lo arreglaré luego en casa”, pensé. Se lo tomó bien, pese a que la dejaba sola con una hija de apenas un año. Por suerte, entiende mi trabajo y sabe que he luchado por él –confiesa Ashley.
Hasta ese momento, Pla había hecho de cámara sobre todo en programas de estudio como La noche abierta con Pedro Ruiz, Mira quién baila , o el perenne Saber y ganar , en el que sigue enfocando a Hurtado. Pero el Dakar era otra dimensión. “A mí me fascinaba, como a mucha gente”.
Y para el rally que se fue, dejando atrás la esfera controlada y la comodidad de un plató para echarse la cámara al hombro y afrontar las incertidumbres en los desiertos de Mali, Mauritania, luego Chile, Perú o Bolivia, y ahora Arabia Saudí.
–En el Dakar sales de tu zona de confort, de la comodidad de trabajar en un plató, y tienes que resolver situaciones complejas que te van surgiendo, adaptarte a condiciones extremas y muy diferentes de trabajo, estando prácticamente yo solo, con Paco Grande o antes con Marc Martín o con Jesús Cebrián, sin el apoyo de un equipo al lado. Aprendes mucho. El Dakar es una experiencia enriquecedora y transformadora. A mí me ha cambiado personal y profesionalmente –sostiene el cámara.
Un enriquecimiento laboral que lo ha hecho mejor profesional, fruto del estrés, de esas jornadas maratonianas, a menudo de 18 o 20 horas, de levantarse a las 4 para desmontar la tienda y coger un avión, de salir del campamento a la aventura a grabar imágenes o a encontrar cobertura 4G en el desierto, de llegar puntual a la sala de montaje y al envío por satélite para poder entrar en el Telediario, y luego seguir grabando historias de pilotos que llegan tarde, que se extravían, que se accidentan, que socorren a un rival...
–El ritmo acelerado de graba- monta-envía-graba... Me ha hecho ganar en agilidad y en creatividad para resolver situaciones, y me carga de energía. Cada año aprendo. Y me hace volver con ganas de ser mejor profesional. Y luego está la convivencia con pilotos y toda la caravana del Dakar... Este es uno de los pocos deportes donde los rivales se ayudan, y lo mismo sucede con los compañeros de otros medios; nos ayudamos –destaca el cámara de TVE, con mil imágenes grabadas en su memoria vistas a través de la óptica de una cámara.
Ashley Pla y Jordi Hurtado, fotografiados por Àlex Garcia en el plató del programa 'Saber y ganar'
–En el Dakar vives las penas y las glorias de los pilotos. Es muy bonita la pasión y las emociones que transmiten todos, del primero al último, sin distinción de nivel o presupuesto. Me acuerdo de la etapa del pasado Dakar en la que Isidre Esteve llegó al campamento después de pasar dos días atrapado en una duna, y su pareja, Lidia, recibiéndolo emocionada. Son historias de superación, de aventura, de emociones...
... Que Ashley Pla no cambiaría por nada.
–Si no hiciera más el Dakar sería un jarro de agua fría. No me lo tomaría muy bien. Se me desplomaría el cielo. Sé que algún día terminará. Entonces ya buscaré la manera de sobrellevarlo.
En la maleta
El arte de un buen afeitado
En la maleta de un técnico predominan cables, conexiones, filtros y todo tipo de gadgets para el trabajo. Pero en los 30 kg (120 litros) de valija que se lleva a Arabia, lo que más aprecia Ashley Pla es una maquinilla de afeitar manual que ha fichado para esta edición. “No me dejo barba, me molesta, prefiero ir muy apurado. Así que me afeito cada día. Es una manía. Para perder menos tiempo he encontrado una maquinilla con cinco hojas que no irrita la piel”, explica el cámara. “Así no empezaré el día atropellado”.


