“No suelo dar entrevistas, así que sacadme bien, por favor. Estoy en vuestras manos...”, se acomoda temerosa Susana Hernando (Burgos, 1980) ante la cámara de Àlex Garcia.
Esta empresaria de transportes –de la compañía Transportes Frigoríficos Alberto Herrero–, amante de los camiones y las carreras, siempre entre bambalinas en labores de gestión, puede presumir de ser la única mujer que ejerce de jefa de equipo en la caravana del rally, el TH Trucks: de ella dependen 45 vehículos y 110 personas, y administra un presupuesto de más de 3 millones de euros, una de las estructuras más grandes del rally Dakar, en el que lleva 15 ediciones.
Fascinación
“Los camiones son el mayor espectáculo, sé lo que cuesta llevarlos con sus 10 toneladas”
–Siempre he gestionado el equipo. Al principio éramos cuatro contados y era yo quien hacía las funciones de gestión, las inscripciones... Según el equipo fue creciendo la gestión se fue complicando. Del 2010, el primer año, a este Dakar 2025 el equipo ha pasado de un camión a una estructura con 25 vehículos en carrera (14 coches clásicos, 7 camiones y 4 SSV) y 20 de asistencia (9 camiones, 4 remolques de recambios, 2 motorhome y 7 coches de servicio logístico y de prensa); en total, 110 personas. Somos de los equipos más grandes en el vivac, estamos en las categorías T1, T4, camión y Classic –explica Hernando emergiendo de su rol de anonimato.
Pasaporte al Dakar
Susana Hernando
· Burgos
· 44 años
· Casada, dos hijos
· Empresaria de transportes
· Directora del equipo TH Trucks
· 15.º Dakar (4.º presencial)
Como muchos, como la mayoría, Susana se enamoró del Dakar viéndolo por la tele. Pero no por Carles Mas, Jordi Arcarons, Juan Porcar y Óscar Gallardo... si no por culpa de las imágenes plásticas de los camiones surcando las dunas.
–Mi pasión por el Dakar viene de los camiones. Para mí son el mayor espectáculo que hay en los rally-raids. Sé lo que es un camión, me dedico a ello, y sé lo que cuesta llevarlo por esos terrenos, con sus 10.000 kilos de peso, con su altura, su volumen… No es fácil pilotarlo como un coche. Siempre me han impactado. De hecho, nuestro equipo se fundó y empezó a competir con camiones, y para costear las primeras ediciones ofrecíamos servicios de asistencia a otros equipos –recuerda Hernando, que antes del Dakar se había iniciado en los rallies y las carreras como miembro del Club Automóvil Pineda de Burgos, como organizadora y comisaria deportiva.
En el Dakar, su camino arrancó en la edición del 2010, la segundo de Sudamérica, cuando su marido, Alberto Herrero, se decidió a probar la aventura. Susana no participó sobre el terreno hasta el del 2019 en Perú. Y luego se subiría a la cabina como copiloto en el 2023 y 2024.
El fotógrafo Àlex García retrata a Susana Hernando en el Hotel W de Barcelona donde tuvo lugar la entrevista
–Para gestionar un equipo tan grande tengo que dejar de hacer lo que me gusta, que era copilotar, para pasar a administrar. Este año creo que lo voy a disfrutar porque voy con un papel más centrado. No se manejan tantas personas ni tantos vehículos si estás en un camión.
Su función, ahora como jefa de la estructura TH Trucks, es menos intrépida, pero más vital: mucho trabajo en la sombra, imprescindible para que el engranaje de un equipo funcione.
–Antes de viajar, aquí, lo que más me ocupa es el trabajo administrativo, que todo esté a punto: inscripciones, licencias, vuelos… En Arabia me toca hacer el seguimiento de la carrera, saber en cada momento dónde está cada vehículo, horarios de salida, estrategia deportiva, coordino las asistencias en pista a los clientes (como Polaris, Century o Ford)... No solo competimos, nuestros camiones en pista (7) llevan recambios a 16 vehículos en carrera de cuatro equipos diferentes.
Y, como administradora de una empresa, a Susana Hernando le pueden dos rivales : el incumplimiento de los plazos y los imprevistos. La matan...
–Soy muy metódica, los imprevistos es lo que más me trastoca. Unas lluvias torrenciales, una tormenta de arena… no me gusta. Me gusta llevarlo todo controlado, detesto improvisar –confiesa la burgalesa, que con este carácter firme, y su querencia por cuidar por su gente, se ha ganado dos apelativos.
–Todos en el equipo me llaman cariñosamente la jefa. Pero Ricky [Ricker, su socio italiano] me llama mamá –descubre Hernando, encantada con su papel casi maternal.
–Me gusta levantarme siempre con los pilotos y acompañarlos a la salida, ir al desayuno y ver qué nos espera ese día. Y por la noche quedarme con los mecánicos viendo cómo está todo, si ha habido problemas, cómo viene el coche... Somos una gran familia.
En la maleta
Con los hijos en el corazón
En la maleta de Susana Hernando no pueden faltar teléfonos. En plural. “Soy una maniática con los teléfonos, me llevo dos de recambio por si acaso, dos iPhones. No he tenido la experiencia de haberlo roto o extraviado, pero prefiero no encontrarme con ello”, comenta la directora del TH Trucks. Tampoco puede faltar en sus pertenencias un colgante en forma de corazón que le regalaron sus hijos Alejandra y Alberto, y que solo se lleva por el Dakar. Libros no encontrarán. “No tengo tiempo de leer”.
