Peñarroya, en el alambre a la espera de lograr el billete a la Copa

Baloncesto

El Barça no se plantea cambios en el banquillo ahora pero quedar fuera del torneo copero precipitaría, salvo giro de guion, la destitución del entrenador de Terrassa

GIRONA, 07/01/2025.- El entrenador del Barça, Joan Peñarroya, durante el partido de la Liga Endesa de baloncesto que Básquet Girona y Barcelona disputan este martes en el pabellón de Fontajau. EFE/David Borrat

Joan Peñarroya, durante el partido entre su Barça y el Girona en Fontajau. 

David Borrat / EFE

Kevin Punter falla el triple y tras el rebote ofensivo lo vuelve a probar con acierto desde el perímetro. Poca pizarra, todo improvisación y acierto individual. El Barça manda por cinco puntos en Fontajau a falta de menos de dos minutos en los que se suceden malos ataques, peores defensas, una bola perdida y una falta antideportiva merecida en contra. Joan Peñarroya se queda prácticamente callado en el último tiempo muerto, apenas pide defensa sin falta a sus pupilos y no hace ninguna referencia a Iroegbu, autor de 25 puntos, que acaba siendo el héroe del colista Girona con su canasta final y verdugo de los blaugrana, quizá también del entrenador.

“El vestuario está jodido y el entrenador al menos está tan jodido o más que los jugadores. Tengo el apoyo de toda la gente que trabaja en el club. Es evidente que hay dudas. Pero yo estoy trabajando a gusto. La gente que está en el club está con el equipo y con el staff. Estamos en un momento en el que colapsamos, sobre todo con estos finales”, dijo Peñarroya después de la enésima decepción, tercera consecutiva en la Liga Endesa tras caer ante el Real Madrid y el Joventut, que deja a los barcelonistas fuera de las posiciones de acceso a la Copa a falta de dos jornadas.

El vestuario confía en el técnico y recela del apoyo de la directiva, que no acudió al clásico ni a Girona

El Barça debe afrontar hoy (19h) otro embrollo en la Euroliga en la casa del líder, el Mónaco, pero ganar en Gran Canaria el próximo domingo se antoja fundamental para apurar las opciones coperas y mantener a flote el segundo proyecto liderado en los despachos por Juan Carlos Navarro. La derrota en Girona dilapidó el poco crédito de un Peñarroya en el alambre. El Barça no se plantea cambios en el banquillo por ahora pero quedar fuera de la Copa, por primera vez en la era ACB, precipitaría, salvo giro de guion, la destitución del técnico de Terrassa. Desde que en 1983 se instauró la ACB, el club catalán no registraba una situación tan mala en la tabla tras 15 jornadas. Hay que desempolvar archivos de hace décadas para verificar que el Barça, entre todas las competiciones, tenga más derrotas que victorias a estas alturas de la temporada (17-19). La crisis se ha agravado recientemente con solo tres triunfos (Andorra, Fenerbahçe y París) en los últimos diez duelos.

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El base nigeriano del Basquet Girona Ike Iroegbu (d) lucha con Justin Anderson.

David Borrat / EFE

Incluso peor que los resultados son las sensaciones en pista. El plan de partido, basado muchas veces en el talento individual, vuela por los aires con facilidad ante las dificultades que presentan los rivales, y la competitividad se difumina en situaciones de tensión, sobre todo en finales ajustados como en las últimas semanas con el Girona, el Joventut, el Madrid y el Estrella Roja. Los blaugrana han perdido ocho de los diez desenlaces apretados este curso. Tampoco ayuda una defensa en ocasiones contemplativa y desajustada que concede canastas fáciles.

Pese a la deriva del equipo, el vestuario está unido y cierra filas con Peñarroya, no tanto hacia los altos cargos. Los jugadores no se sienten apoyados por una directiva que no tuvo representantes en el clásico del WiZink y en Fontajau. El caso Heurtel acentuó aún más la sensación de división y desamparo en las entrañas del Palau. Mientras, Navarro, un sufridor más en Fontajau viendo impotente cómo se tambaleaba el equipo, sigue sin dar explicaciones.

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