"Acabar”. Es el verbo más pronunciado en las semanas previas al arranque del rally Dakar. Era el objetivo, mayoritariamente, para los 79 competidores españoles (más los 22 en Clásicos) que tomaron la salida en Bisha el 3 de enero. Catorce días y 7.828 kilómetros después, 42 de ellos pueden considerarse triunfadores en el Dakar. Más de la mitad, el 53%, cruzó la meta de Shubaytah. En muchos casos, fue una heroicidad llegar.
Como para Joan Font (51), piloto de Les Masies de Voltregà, que tuvo el honor de ser el dakariano español que terminó más retrasado, el 127.º en coches, a 151 horas (eso sí, 52 de penalización) del ganador Al Rajhi, es decir, el doble de tiempo que el saudí. ¿Y qué más da? Font estaba más que satisfecho por haber completado su séptimo Dakar –el primero en categoría Challenger– y por haber cumplido con su función de asistencia rápida en el equipo BBR: sus tres pilotos acabaron en los tres primeros puestos de la subcategoría (Pau Navarro fue 3.º).
El chef Nandu Jubany cocinó un carrerón, Isidre Esteve sufrió de todo y Santolino protagonizó la gesta
“Están muy agradecidos por el trabajo que hemos hecho. Sentimos que este éxito también es un poco nuestro. Que sacrificáramos nuestra carrera en la etapa maratón, y diéramos al resto de pilotos nuestras ruedas y recambios pudo ser decisivo”, explicaba Font, que corre con coches desde que con 18 años se compró un Marbella.
En la categoría de coches y SSV, finalizaron 11 pilotos y 14 copilotos españoles de los 41 inscritos. Los mejor clasificados fueron tres navegantes, expilotos de motos los tres, Dani Oliveras (7.º con el argentino Yacopini), Oriol Mena (12.º con el lituano Baciuskas), y Armand Monleón (15.º con el brasileño Moraes). Otros tres héroes anónimos, parte indispensable del buen resultado de sus pilotos.
Campeones anónimos
Como piloto, además del joven Pau Navarro, que a sus 20 años y en su tercer Dakar al volante, firmó un grandísimo 19.º puesto absoluto –el mejor español en las cuatro ruedas–, el nombre propio ha sido el del cocinero Nandu Jubany: en su primer Dakar en coche, se propuso acabar entre los 20-25 primeros, y casi lo logra. Finalizó el 28.º absoluto con su copiloto Marc Solà. El chef con una estrella Michelin cocinó una carrera primorosa, minimizando daños y con un gran ritmo que le permitió codearse con los oficiales. “Nos ha costado un poco, porque había nervios. Le preguntaba a Marc: ‘¿cuándo se termina, cuántos kilómetros faltan?’”, explicaba Jubany, que regresa hoy de Arabia y ya le esperan sus 13 restaurantes, sus cáterings, sus canelones, su Instagram...
Héroes como el clásico Gerard Farrés, 54.º de la general y 6.º en SSV, que logró con su copiloto Toni Vingut finalizar su séptimo Dakar sobre cuatro ruedas, todos los que ha realizado al volante. O como el enorme Isidre Esteve, con su fiel copiloto Txema Villalobos, que concluyó su 20.º Dakar en la 32.ª posición. El de Oliana sufrió de todo: una gripe intestinal los primeros días, la rotura de un cojinete de la transmisión, luego las suspensiones... “Es una lástima haber tenido tres problemas mecánicos que nos costaron 5 horas. En el Dakar, el tiempo no se puede recuperar. Si no, estaríamos el 15.º o 16.º de la general”, lamentaba.
Héroes anónimos como los copilotos Diego Ortega y Fausto Mota, los pilotos Fidel Castillo (65.º), Domingo Román (92.º, con Óscar Bravo), Joan Piferrer (102.º, con Joan Rubí), Óscar Ral (127.º, con Xavi Blanco). O los nueve tripulantes de camión, Moi Torrallardona (2.º de la general), Pep Sabaté y Pol Tibau (12.º), Alberto Herrero, Pedro Peñate y Mario Rodríguez (17.º), o el trío ganador del Dakar Future (de energías alternativas) Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Xavi Ribas. O los nueve héroes que acabaron en moto: Tosha Schareina (2.º), Edgar Canet (8.º), Lorenzo Santolino (18.º, tras acabar la 10.ª etapa arrastrando los 175 kg de su moto sin gasolina), Javi Vega (34.º), Sandra Gómez (43.ª) –la única mujer en la categoría–, el debutante Óscar Hernández (69.º), Ignacio Sanchís (81.º) y Marc Calmet (85.º).
